MADRID, 3 Ago. (EDIZIONES) -
El tomate es una hortaliza que pertenece a la familia de las solanáceas y es la segunda más cultivada en todo el mundo tras la patata. En verano es estrella de muchos de nuestros platos. Se puede comer en forma de ensalada, de gazpacho, como salsa para muchos de nuestros platos.
Seguramente nunca has pensado que hay personas que pueden tener alergia al tomate. Pero sí, también hay personas que padecen esta alergia alimentaria y es por ello por lo que entrevistamos en Europa Press Infosalus a una investigadora experta en la materia, a la doctora María Luisa Somoza Álvarez, especialista en Alergología, y responsable de la consulta monográfica de Alergia a Alimentos General del Hospital Universitario Infanta Leonor (Vallecas, Madrid).
Nos cuenta que la frecuencia de alergia a tomate varía entre el 1,7% y el 9,3% en diferentes poblaciones de Europa; con una media de 4,9%, y siendo del 6,5% en España. "El tomate es uno de los alimentos que más frecuentemente produce alergia, sobre todo en los países del sur de Europa", subraya esta especialista.
¿POR QUÉ DESARROLLAMOS ALERGIA A UN ALIMENTO CONCRETO?
Así, indica que el desarrollo de la alergia a determinados alimentos, en general, está determinado por diversos factores genéticos y ambientales. Entre los genéticos, por ejemplo, la doctora Somoza indica que se encuentra el antecedente familiar o personal de atopia (predisposición a tener reacciones alérgicas).
Además, y en relación con los alimentos, esta alergóloga señala que los factores ambientales "son muy importantes", y vienen determinados por el tipo de dieta, que varía entre diversos países u orígenes, pero también por la exposición a pólenes que son diferentes en las distintas áreas geográficas, y pueden dirigir el tipo de reacción de alergia a los alimentos.
LA ALERGIA CONCRETA AL TOMATE
En este sentido, preguntamos a esta experta porque hay personas que, por ejemplo, sólo tienen alergia a las pepitas del tomate. Nos explica en este caso que se han descrito alérgenos, proteínas que pueden producir alergia, en distintas partes del tomate, por ejemplo, en la piel, en la pulpa, o en las pepitas; precisamente un trabajo en el que ha colaborado su grupo de investigación. "Incluso se ha estudiado la alergia al polen del tomatero entre trabajadores que se dedican a su cultivo", apostilla.
En general, prosigue la especialista en Alergología, y responsable de la consulta monográfica de Alergia a Alimentos General del Hospital Universitario Infanta Leonor, los pacientes están polisensibilizados, es decir, tienen respuesta a varios alérgenos presentes en distintas partes por lo que deben evitar toda la pieza. "Sin embargo, algunos de ellos sólo reaccionan a proteínas presentes en las semillas, por lo que, en este caso, podrían ingerir tomate asegurándose de retirar todas las pepitas", agrega.
SÍNTOMAS DE ALERGIA AL TOMATE
En concreto, recuerda esta experta que los síntomas de alergia tras la ingesta de tomate varían en función de la gravedad: pueden ser leves, como por ejemplo prurito oral, faríngeo u ótico, típico en los pacientes que son alérgicos a pólenes; pero también puede producir síntomas más graves, como urticaria, angioedema, o incluso anafilaxia, que es la manifestación más grave de la alergia a alimentos y se trata con adrenalina.
"No todas las reacciones adversas a alimentos son alérgicas, dependiendo del mecanismo que las haya desencadenado lo que da lugar a manifestaciones clínicas y a tiempos de latencia diferentes. Por ejemplo, se clasifican en tóxicas y no tóxicas; y dentro de éstas últimas, a su vez, se dividen en alérgicas (debido a un proceso inmunológico), o intolerancia (mecanismo no inmunológico)", precisa sobre el momento en el que pueden aparecer los síntomas de alergia al tomate.
Típicamente, señala la doctora Somoza, la alergia a alimentos se produce por un mecanismo inmunológico mediado por la inmunoglobulina, reaccionando de forma exagerada a un alimento que debería ser tolerado, desencadenado por contacto, ingestión o inhalación. "Esta reacción se produce de forma inmediata, generalmente en menos de una hora, incluso tras la ingesta de pequeñas cantidades del alimento", puntualiza la alergóloga.
¿PUEDO VOLVER A COMER TOMATE?
Por todo ello, la especialista del Hospital Universitario Infanta Leonor sostiene que, ante cualquier reacción alérgica con tomate u otros alimentos, se debe consultar siempre con el especialista: "En primer lugar, para confirmar el diagnóstico; y, en segundo lugar, para prescribir un tratamiento individualizado a cada paciente. Éste se basa en la prevención de nuevos episodios alérgicos, y también en la recomendación de la administración de determinados medicamentos en el caso de una nueva reacción".
Es más, resalta esta doctora que se debe evitar la ingesta de tomate una vez que se haya confirmado la alergia al mismo: "Esto puede suponer una limitación en la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares, ya que es un alimento ubicuo; por lo que es importante seguir las recomendaciones del especialista para prevenir y tratar posibles nuevos episodios".
Recuerda en este punto la alergóloga que el pilar fundamental del tratamiento es la evitación del mismo. "Algunos pacientes se podrían beneficiar de la inmunoterapia, por ejemplo, en el caso de que esta alergia al tomate se incluya dentro del síndrome LTP; la LTP es una proteína responsable de la mayoría de las reacciones alérgicas en el área mediterránea. Está presente en múltiples alimentos de origen vegetal, fundamentalmente, en la piel de las frutas como el melocotón; por lo que puede desencadenar reacciones alérgicas graves a diferentes frutas y verduras. Es lo que llamamos la reactividad cruzada", agrega.
En este caso, destaca María Luisa Somoza Álvarez, especialista en Alergología, y responsable de la consulta monográfica de Alergia a Alimentos General del Hospital Universitario Infanta Leonor, el paciente se podría beneficiar de la inmunoterapia con LTP, y así conseguir la tolerancia a los distintos alimentos a los que es alérgico, entre ellos el tomate.