Vinculan el aumento mundial de comercio de carnes rojas y procesadas al de enfermedades relacionadas con la alimentación

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Publicado: viernes, 19 noviembre 2021 7:51

MADRID 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

El aumento mundial del comercio de carne roja y procesada en los últimos 30 años está vinculado a un fuerte incremento de las enfermedades relacionadas con la dieta, con un impacto mayor en el norte y el este de Europa y en los países insulares del Caribe y Oceanía, según un análisis publicado en la revista de acceso abierto 'BMJ Global Health'.

Según los investigadores, las políticas sanitarias deben integrarse urgentemente en las políticas agrícolas y comerciales de los países importadores y exportadores para evitar más costes personales y sociales.

Entre la continua urbanización y el crecimiento de los ingresos, el comercio mundial de carne roja y procesada ha aumentado exponencialmente para satisfacer la demanda. Esta tendencia tiene implicaciones para el medio ambiente por el impacto que tiene en el uso de la tierra y la pérdida de biodiversidad.

Además, el elevado consumo de carne roja y procesada se relaciona con un mayor riesgo de enfermedades no transmisibles, en particular el cáncer de intestino, la diabetes y las cardiopatías coronarias.

Los investigadores querían averiguar qué impacto podría tener el comercio de carne roja y procesada en las tendencias de las enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta y qué países podrían ser especialmente vulnerables.

Se basaron en datos sobre la producción y el comercio de carne de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de 1993 a 2018 para 154 países, centrándose en 14 artículos de carne roja derivados de la carne de vacuno, cerdo, cordero y cabra, y seis artículos procesados principalmente de carne de vacuno y cerdo, conservados por ahumado, salado, curado o productos químicos.

A continuación, calcularon las proporciones de muertes y años de vida vividos con discapacidad (AVAD) atribuibles a la dieta como consecuencia del cáncer de intestino, la diabetes de tipo 2 y las cardiopatías coronarias entre los mayores de 25 años de cada país.

El comercio mundial de carne roja y procesada aumentó en más del 148%, pasando de 10 toneladas métricas en 1993-5 a casi 25 toneladas métricas en 2016-18. Mientras que el número de países exportadores netos se redujo de 33 en 1993-5 a 26 en 2016-18, los países importadores netos aumentaron de 121 a 128.

Los países desarrollados de Europa representaron la mitad de las exportaciones totales de carne roja y procesada en 1993-95 y 2016-18. Pero los países en desarrollo de América del Sur, como Brasil, Argentina y Paraguay, representaron casi el 10% en 2016-18, frente a alrededor del 5% en 1993-5.

Los países en desarrollo también aumentaron sus importaciones de carne en un 342,5%, de 2 toneladas métricas en 1993-5 a casi 9 toneladas métricas en 2016-18; los países desarrollados duplicaron las suyas de 8 toneladas métricas a 16.

Las tasas de muertes atribuibles relacionadas con la dieta y los AVAD asociados con el comercio mundial de carne aumentaron en tres cuartas partes de los 154 países entre 1993-5 y 2016-18.

En todo el mundo, los investigadores calcularon que los aumentos en el consumo de carne roja y procesada, alineados con los aumentos en el comercio, representaron 10,898 muertes atribuibles en 2016-18, un aumento de casi el 75% en las cifras de 1993-5.

El comercio mundial de carne contribuyó a un aumento del 55% y el 71%, respectivamente, en las muertes atribuibles y los AVAD en los países desarrollados entre 1993-5 y 2016-18.

Las cifras equivalentes en los países en desarrollo fueron significativamente más altas: 137% y 140%, respectivamente, en gran parte como resultado de una mayor demanda de carne, impulsada por la rápida urbanización y el crecimiento de los ingresos, sugieren los investigadores.

Entre 1993 y 2018, las naciones insulares del Caribe y Oceanía y los países del norte y el este de Europa se volvieron especialmente vulnerables a las enfermedades relacionadas con la dieta y a las muertes asociadas a las grandes importaciones de carne.

Las naciones insulares tienen tierras limitadas para la producción de carne, por lo que dependen en gran medida de las importaciones de carne, mientras que muchos de los países europeos, como Eslovaquia, Lituania y Letonia, se beneficiaron de los acuerdos comerciales regionales y las exenciones arancelarias después de unirse a la Unión Europea en 2003-4, lo que aceleró las importaciones de carne, explican los investigadores.

En 1993-95, los 10 primeros países con la mayor proporción de muertes atribuibles al consumo de carne roja incluían a Tonga, Emiratos Árabes Unidos, Barbados, Fiyi, Gabón, Bahamas, Grecia, Malta, Brunei y Santa Lucía.

En 2016-18, los 10 primeros incluyeron a los Países Bajos, Bahamas, Tonga, Dinamarca, Antigua y Barbuda, Seychelles, Emiratos Árabes Unidos, Singapur, Croacia y Grecia. El comercio de carne en estos países representó más del 7% de todas las muertes atribuibles a las dietas altas en carne roja y procesada en 2016-18.

Las tendencias de los AVAD atribuibles reflejaron más o menos las de las muertes atribuibles. Las tasas de mortalidad y AVAD atribuibles asociadas al comercio mundial de carne disminuyeron en 34 países entre 1993-5 y 2016-18. Pero esto se debió en parte a que el crecimiento de la población superó el aumento de las importaciones de carne en 24 países, mientras que la producción nacional de carne aumentó en 19.

En más de la mitad de estos países (20), el número absoluto de muertes relacionadas con la dieta y los AVAD aumentó en paralelo al aumento del consumo de carne entre 1993-5 y 2016-18.

Y algunos países, como Brasil, Paraguay, Argentina y Alemania, actuaron cada vez más como exportadores netos de carne, cambiando el uso de la tierra, con la consiguiente pérdida de biodiversidad.

Se trata de un estudio de observación y, como tal, no puede establecer la causa. Además, los investigadores reconocen que muchos países importan y procesan artículos de carne roja para su exportación, lo que puede haber sesgado sus conclusiones.

No obstante, concluyen: "Este estudio demuestra que el aumento mundial del comercio de carne roja y procesada contribuye al incremento brusco de las enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta... Las intervenciones futuras deben integrar urgentemente las políticas sanitarias con las políticas agrícolas y comerciales mediante la cooperación entre los países exportadores e importadores responsables".