Asma alérgico
¿Qué es el asma alérgico?
El asma es un síndrome, es decir, un conjunto de enfermedades que tienen como característica común la obstrucción de las vías aéreas debida a dos factores: por una parte la inflamación de la pared bronquial y por otra la hiperreactividad bronquial o contracción de la musculatura que rodea a los bronquios. Dicha obstrucción es reversible total o parcialmente, tanto de forma espontánea como tras uso de medicación.
En España se ha detectado un notable incremento de esta enfermedad, actualmente se estima que afecta aproximadamente a un 2-5% de población adulta y a un 5-10% de la población infantil. Respecto a la localización geográfica, es más frecuente en zonas costeras y en las islas que en zonas de interior de nuestro país.
Dra. Carmen Andreu y la Dra. Mónica Antón. Alergólogas del Departamento de Salud del Vinalopó. Grupo Ribera Salud
Síntomas del asma alérgico
La sintomatología característica del asma se debe a la limitación al paso del flujo aéreo por una vía respiratoria más estrecha e incluye los siguientes síntomas: disnea o sensación de dificultad para respirar; ruidos respiratorios denominados sibilancias por su similitud con un silbido y presencia de tos seca o con expectoración, con esputo habitualmente claro y espeso. Llegando a estar el paciente totalmente asintomático entre un episodio y otro de asma.
Estos síntomas no son exclusivos del asma, y pueden ser causados por otras enfermedades como el EPOC; enfermedades cardiacas, obstrucción de la vía aérea por un objeto extraño o por una masa o tumor que la comprima… siendo necesario en todos los casos establecer un diagnóstico diferencia.
La Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA) clasifica el asma en:
Intermitente: síntomas diurnos y uso de medicación de alivio menos de 2 veces a la semana, síntomas nocturnos menos de 2 veces al mes, sin limitación en las actividades diarias ni exacerbaciones y con función pulmonar normal.
Persistente leve: cuando tiene síntomas diarios y usa medicación de alivio más de 2 veces a la semana pero no a diario, síntomas nocturnos más de 2 veces al mes, algo de limitación en las actividades, una o ninguna exacerbación al año y función pulmonar normal.
Persistente moderada: síntomas diarios y varias noches a la semana, actividad bastante limitada con dos o más exacerbaciones al año y la función pulmonar entre el 60 y el 80% de los valores teóricos que debía tener.
Persistente grave: síntomas y uso de medicación de alivio varias veces al día y en la noche, actividad diaria muy limitada y función pulmonar por debajo del 60% de lo esperado.
Dra. Carmen Andreu y la Dra. Mónica Antón. Alergólogas del Departamento de Salud del Vinalopó. Grupo Ribera Salud
Tratamiento del asma alérgico.
El tratamiento del asma se basa en 3 pilares fundamentales:
1. Medidas de educación y de evitación de alérgenos.
Existen una serie de medidas de desalergenización específicas para los distintos grupos de alérgenos que serán facilitadas por el alergólogo/a y cuyos beneficios han sido demostrados en la buena evolución del asma. Así mismo se debe educar al paciente en la identificación de los signos y síntomas de la enfermedad y factores desencadenantes (como el frío, ejercicio, infecciones…) para iniciar o modificar el tratamiento sintomático o para acudir a un servicio de urgencias.
2. Tratamiento sintomático.
Existen distintos escalones terapéuticos en función de la sintomatología. Actualmente se dispone de gran número de fármacos por vía inhalatoria, que han supuesto una notable reducción en los efectos secundarios.
El objetivo fundamental del tratamiento farmacológico es el control de la inflamación de la pared bronquial, para lo que habitualmente se utiliza corticoesteriores inhalados. En muchas ocasiones es necesario asociarlos a broncodilatadores inhalados de acción prologada con el objetivo de conseguir un adecuado control sin mayor incremento en la dosis de corticoides. Otra medicación antiinflamatoria la constituyen los fármacos antileucotrienos, actualmente comercializado el montelukast en forma de comprimidos orales. En determinadas ocasiones será preciso el uso de corticoides orales en ciclos.
Los llamado broncodilatadores de acción corta como el salbutamol o la terbutalina se utilizarán sólo como medicación de rescate cuando sea precisa una broncodilatación rápida, no debiendo prescribirse en ningún caso como tratamiento de mantenimiento.
En todos los casos se debe instruir al paciente en un correcto uso de los inhaladores, actualmente existe en el mercado diferentes dispositivos de inhalación
El omalizumab es un anticuerpo monoclonal que bloquea los anticuerpos IgE y que se utiliza para el tratamiento del asma grave o de difícil control.
No se debe olvidar el tratamiento de las distintas patologías asociadas como la rinitis, conjuntivitis y/o dermatitis atópica.
3. Tratamiento etiológico mediante inmunoterapia específica.
Supone el pilar fundamental en el tratamiento del asma alérgica, ya que es el único tratamiento específico para tratar la causa responsable de la alergia y modificar la evolución natural de las enfermedades alérgicas hacia la mejoría. La inmunoterapia debe ser prescrita sólo por especialistas, se puede administrar de manera subcutánea o sublingual y requieren de un diagnóstico preciso de la causa para ser eficaces.
¿CUÁNDO DERIVAR AL ALERGÓLOGO?
Siempre que exista una sospecha clínica de ASMA se debe derivar al especialista para confirmar o descartar el diagnóstico de asma y la etiología alérgica. El diagnóstico y tratamiento precoces mejorarán la calidad de vida del paciente y pueden evitar la progresión hacia los estadios más graves.
Dra. Carmen Andreu y la Dra. Mónica Antón. Alergólogas del Departamento de Salud del Vinalopó. Grupo Ribera Salud
Causas del asma alérgico.
Según la etiología, el asma se clasifica en alérgica o extrínseca, asma intrínseca o no alérgica y asma de origen laboral.
Respecto al asma alérgica, afecta aproximadamente al 80% de los casos de asma en niños y casi el 50% en adultos.
Los principales alérgenos ambientales que ocasionan el asma extrínseca se clasifican en:
Alérgenos de interior: fundamentalmente los ácaros del polvo doméstico y epitelios de animales domésticos.
Alérgenos de exterior, incluyendo los pólenes y mohos. Los principales pólenes responsables son los de gramíneas, las malezas (artemisia, plantago, chenopodiáceas, parietaria) y algunos árboles (abedul, plátano de sombra, ciprés, palmera u olivo).
Alérgenos laborales: relacionados con la exposición a determinados alérgenos presentes en el puesto de trabajo.
Además de la exposición ambiental a aquellos alérgenos o sustancias a las que se es alérgico, las crisis de asma pueden ser desencadenadas por otros factores como son las infecciones respiratorias, ejercicio físico, exposición al frío, contaminación ambiental, toma de antiinflamatorios como el ácido acetilsalicílico y otros.
Existe una predisposición genética a desarrollar asma, de manera que la posibilidad de que una persona desarrolle asma está en torno al 25-50% si uno de los progenitores es asmático (especialmente si lo es la madre) y asciende al 75% si lo son los dos progenitores.
Dra. Carmen Andreu y la Dra. Mónica Antón. Alergólogas del Departamento de Salud del Vinalopó. Grupo Ribera Salud
Diagnóstico del asma alérgico.
El diagnóstico del ASMA ALÉRGICA debe ser realizado por un alergólogo/a y se basa en la realización de una historia clínica, y pruebas diagnósticas.
Recoger datos sobre sintomatología, estacionalidad de la misma, posibles desencadenantes, clínica en relación con el esfuerzo, despertares nocturnos, visitas a urgencias, clínica de rinitis y/o conjuntivitis asociada y uso de medicación sintomática. La exploración física puede ser normal si el paciente no tiene crisis, auscultándose las características sibilancias durante las mismas.
Demostración de la presencia de anticuerpos IgE específicos frente a diferentes alérgenos mediante pruebas cutáneas en intraepidermorreacción (el llamado prick test o prueba de punción) y/o determinación de IgE específica en suero del paciente. La presencia de una IgE específica no es sinónimo de alergia sino que debe ir acompañado de una sintomatología compatible, existiendo casos de sensibilización subclínica (pruebas positivas en personas asintomáticas).
La demostración de una obstrucción bronquial se realiza mediante realización de espirometría basal y presencia de una respuesta broncodilatadora positiva, con mejoría del flujo respiratorio tras administrar fármacos broncodilatadores.
La presencia de inflamación bronquial se realiza mediante la determinación de la fracción de óxido nítrico en aire exhalado (FENO), que se encuentra elevado en presencia de inflamación eosinofílica, y/o mediante análisis de esputo para medición de eosinófilos.
En ocasiones es necesario demostrar presencia de hiperreactividad bronquial mediante pruebas de provocación bronquial inespecífica (capacidad de producir broncoespasmo al inhalar metacolina, histamina o manitol) y/o pruebas de provocación bronquial específica mediante la inhalación del alérgeno sospechoso.
Estas pruebas también son especialmente útiles en el estudio del asma de origen laboral.
Es preciso investigar la presencia de enfermedades frecuentemente asociadas como son, sobre todo, la rinitis y conjuntivitis alérgicas.
Dra. Carmen Andreu y la Dra. Mónica Antón. Alergólogas del Departamento de Salud del Vinalopó. Grupo Ribera Salud
¿Cómo se previene el asma alérgico?
La rinitis y el asma se consideran dos manifestaciones clínicas de un mismo síndrome. Por ello en todo paciente con rinitis alérgica se debería revisar periódicamente las vías respiratorias con el fin de detectar signos y/o síntomas de inflamación y establecer un tratamiento precoz de la inflamación bronquial.
Se ha demostrado que las medidas de evitación de alérgenos y la inmunoterapia específica (o vacunas antialérgicas) en pacientes con rinitis alérgica pueden detener la progresión de la enfermedad hacia la aparición de asma.
Dra. Carmen Andreu y la Dra. Mónica Antón. Alergólogas del Departamento de Salud del Vinalopó. Grupo Ribera Salud
Pronóstico del asma alérgico
El asma es una de las enfermedades más frecuentes y con un importante consumo de recursos sanitarios y ocasiona un significativo deterioro de la calidad de vida de los pacientes.
Con un adecuado tratamiento se ha conseguido reducir, de manera significativa, el número de hospitalizaciones y visitas a urgencias, así como disminución del absentismo laboral y escolar derivado de un inadecuado control.
Es importante diferenciar entre el asma y otras patologías con clínica similar para establecer el tratamiento sintomático, etiológico y medidas de profilaxis adecuados a cada caso.
Nombre:Dra. Carmen Andreu
Centro:Grupo Ribera Salud
Vinalopó
Sitio web