MADRID, 14 Jul. (EDIZIONES) -
Todas las personas hemos tenido ansiedad en algún momento porque en la vida hay muchas situaciones difíciles, o que no son como esperábamos. Esto nos genera malestar y ansiedad. Es más, si no la hemos sentido es seguro que en algún momento todos pasemos por ello.
La pandemia, además, lo ha agravado todo, según lamenta Iris Pérez Bonaventura, psicóloga clínica y doctora internacional en Psicología Infantil y Juvenil, durante una entrevista con Infosalus: "La ansiedad es el problema de salud mental más frecuente en los jóvenes, en los niños, y en los adultos de todo el mundo. La pandemia de COVID-19 fue una ruptura instantánea e inesperada en la vida diaria de muchas familias y una situación a la que han tenido que enfrentarse muchos adolescentes".
De hecho, apunta que uno de cada tres jóvenes sufre o sufrirá un trastorno de ansiedad (esta es excesiva e interfiere en la vida diaria); y en uno de cada 12 será tan grave este trastorno que los jóvenes tendrán problemas importantes en la escuela o con familia, bajarán su rendimiento académico o incluso deportivo, dejarán de quedar con amigos, y la ansiedad les bloqueará en muchas situaciones.
Esta miembro de la Asociación Americana de Psicología (APA) explica que la ansiedad es una emoción que nos ayuda, "es adaptativa", y nos protege de una situación de peligro o de una amenaza real.
Ahora bien, advierte de que la ansiedad puede convertirse en una emoción desadaptativa que no nos ayude, un hecho para el que ve vital la educación emocional, especialmente en el caso de los jóvenes: "El problema viene cuando la ansiedad es excesiva e interfiere de forma fuerte en nuestra vida personal, nos crea inseguridad y miedos; influye en el ámbito familiar, en el escolar, o en el social; y nos impide hacer las cosas que hacemos en la vida diaria".
CUIDADO CON LOS ADOLESCENTES
Pérez Bonaventura, que también es profesora en la Universidad Internacional de Cataluña y en la Universidad Autónoma de Barcelona, reconoce que con la pandemia los adolescentes es uno de los colectivos más afectados; si bien avisa de que antes de etapa la salud mental de los jóvenes ya estaba empeorando y solo el SARS-CoV-2 lo ha acelerado todo, con un aumento exponencial de los problemas mentales en los niños y en los adolescentes.
Defiende que la adolescencia es una etapa caracterizada por ser un momento crítico de transición hacia la edad adulta, de elevada vulnerabilidad, y un momento que está repleto de cambios físicos, sociales, y emocionales que influyen en la autoestima y en la personalidad de los jóvenes, porque se está formando. "Con la pandemia hubo tal alteración de rutinas diarias, de la forma de aprendizaje, o en el ámbito social, que al final supuso un empeoramiento en los chicos en una etapa tan vulnerable. Al final es un reto y cada reto tiene una oportunidad pero si los jóvenes aprenden ahora a manejarla y a lidiar con ella les ayudará en todas las situaciones difíciles que están por venir", defiende.
SÍNTOMAS DE ANSIEDAD
Precisamente esta psicóloga clínica ha escrito 'Ansiedad. A mí también me pasa' (B de Blok), un manual dirigido a los jóvenes y adolescentes, aunque también se lo pueden leer los adultos a quienes también les puede servir a la hora de manejar la ansiedad, según reconoce la autora.
Así, y entre los síntomas de la ansiedad en los adolescentes, esta experta apunta a personas que sufren; que se preocupan mucho y dejan de hacer demasiadas cosas o de disfrutar y de vivir el presente por miedo, siempre están angustiados por el futuro; son personas que les dan demasiadas vueltas a las cosas que les suceden, se vuelven rumiativos y tienen pensamientos circulares negativos, se angustian por el qué dirán los demás y si les juzgarán; o que se preocupan mucho por las personas que quieren.
Sostiene que también los jóvenes con ansiedad creen que es muy probable que ocurra algo malo, son un poco pesimistas; dejan de ir a sitios por temor a ser juzgados o por ser el centro de atención; y por último, sienten muchas sensaciones extrañas en el cuerpo, lo que se llaman 'síntomas psicosomáticos' que les crean un malestar y que aparecen sin previo aviso, pero que no tienen origen físico, como por ejemplo dolor cabeza, de estómago, o palpitaciones en el corazón. "La mente y el cuerpo están relacionados", apostilla.
Con ello, esta psicóloga clínica remarca que la ansiedad tiene un componente cognitivo, más de pensamientos negativos o de dificultades de memoria y de atención, y les pasa por ejemplo que van a un examen y se bloquean y no recuerdan lo estudiado, o las rumiaciones que piensan cosas negativas; pero después cuenta con un componente fisiológico, esas sensaciones extrañas en el cuerpo que decíamos; y por último, un componente conductual, que es dejar de hacer cosas por la ansiedad o por el miedo.
Otro de los problemas de la ansiedad es si se mantiene en el tiempo, según lamenta: "Las frases de 'ya se te pasará', 'no te pongas así', 'el tiempo lo cura todo', no funcionan con la ansiedad y si no aprendes a lidiar con ella y a manejarla te acompañará allí donde vayas, impedirá que estés relajado, te costará mantener la atención en clase, no te dejará disfrutar libremente, y además también sabemos que si la ansiedad continua en el tiempo se convierte en tu sombra, la confianza y autoestima disminuyen, y si no se trata a tiempo puedes desarrollar depresión".
10 PAUTAS QUE PUEDEN AYUDARTE
En última instancia Pérez aporta una serie de pautas que pueden ayudar a lidiar con la ansiedad, que dice que se pueden aplicar también a los adultos y a los niños, si bien quiere dejar claro que a estas edades es muy importante la ansiedad social y académica que se genera con respecto a otros momentos del desarrollo:
1. El ejercicio físico es obligatorio
2. Dormir bien, mantener una buena higiene de sueño
3. Comer bien, de forma saludable, y equilibrada
4. Cultivar su propio espacio personal con actividades que les gusten
5. Tener una red de apoyo, de personas que les ayuden cuando se necesite
6. Intentar disfrutar del presente siendo responsables
7. Limitar el tiempo con las pantallas para no quedarse aislados
8. Que tengan un referente y una persona que les ayude cada día y les motive para que sean lo que quieren ser
9. Intentar quererse a sí mismos
10. No infravalorarse y mostrarse como son, que no se conviertan en otra persona por gustar a los demás
Después, Iris Pérez Bonaventura destaca determinadas habilidades específicas, como las respiraciones, el focalizarse en el presente, o técnicas para dejar de rumiar y darle vueltas a las cosas para manejar no solo la ansiedad, sino también el estrés en muchas ocasiones generado.