MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de 100.000 españolas han sido o están siendo tratadas de un cáncer de mama diagnosticado hace 5 años, según ha informado el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (CNE-ISCIII) con motivo de la celebración del Día Internacional del Cáncer de Mama.
Además, el centro calcula que este tumor afecta cada año a 25.000 nuevas mujeres, por lo que se ha convertido en un problema sanitario "importante" en todo el mundo y donde la prevención juega un papel "significativo".
Ahora bien, el CNE-ISCIII ha recordado que la implantación de los programas de cribado en las comunidades autónomas ha permitido detectar tumores de mama en estadios más precoces y, por ende, aumentar el éxito terapéutico.
Asimismo, la investigación clínica ha permitido mejorar el tratamiento y adaptarlo a cada tipo de tumor. Por tanto, la combinación de ambos factores, diagnóstico precoz y tratamiento más eficaz, ha conseguido mejorar la supervivencia de estas pacientes, dado que 9 de cada 10 de ellas siguen vivas a los 5 años tras el diagnóstico y la mayoría logran recuperar una vida normal.
No obstante, y pesar de estos avances, la prevención primaria sigue siendo la mejor herramienta para luchar contra esta enfermedad, sobre todo teniendo en cuenta el impacto del diagnóstico y tratamiento en la vida de estas mujeres y sus familias.
"En el momento actual no es posible modificar el componente genético y es muy difícil actuar sobre los factores reproductivos, es decir, adelantar la edad de inicio de la maternidad y aumentar el número de hijos. Pero si es posible adoptar ciertas medidas como restringir el tratamiento hormonal sustitutivo a mujeres posmenopáusicas que lo requieran e intentar no prolongar dicho tratamiento más de 5 años si no es necesario", ha comentado la jefa de servicio de Epidemiología del Cáncer del CNEISCIII, Marina Pollán.
FOMENTO DE HÁBITOS SALUDABLES
En este punto, la investigadora ha reiterado la importancia del fomento de hábitos de vida saludables, prestando especial importancia a la prevención de la obesidad, la práctica de ejercicio físico, evitar el consumo de tabaco, principalmente en las mujeres jóvenes que aún no han tenido hijos, y moderar el consumo de alcohol.
Este estilo de vida saludable, recogido en el Código Europeo Contra el Cáncer, es beneficioso frente a muchos tumores malignos, incluido el cáncer de mama, y también frente a otras enfermedades crónicas. Además, respecto a dieta, en los últimos años dos estudios españoles han puesto de manifiesto el papel protector de la dieta mediterránea.
En concreto, el estudio 'EPIGEICAM', llevado a cabo por el Grupo Español de Investigación del Cáncer de Mama en colaboración con el CNE-ISCIII, mostró un menor riesgo de cáncer de mama en las mujeres con mayor adherencia a un patrón de dieta mediterránea, caracterizado por alto consumo de verduras y frutas, pescado, legumbres y aceite de oliva.
Más recientemente, el estudio 'PREDIMED', también financiado por el ISCIII, demostró una menor incidencia de cáncer de mama en las mujeres sometidas a dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva extra-virgen.