MADRID, 21 Oct. (EDIZIONES) -
Cada vez comemos peor, bien por la falta de tiempo para cocinar, porque no nos apetece cocinar porque estamos cansados del trabajo, o porque simplemente no sabemos. El recurso fácil son los productos procesados o preparados o comer siempre fuera de casa para evitar cocinar.
Esto conlleva el riesgo de que nos alimentamos peor y, como consecuencia, "sufrimos cada vez más alergias, intolerancias, desajustes y enfermedades, además de que tenemos poca energía, digestiones pesadas, mal descanso o incluso mal humor". Así lo denuncia la chef Elka Moker en 'Ama, Come, Vive Brilla' (Lunwerg), quien apuesta por una mayor ingesta de vegetales, a poder ser crudos a lo largo del día, como principal aliado para una alimentación más saludable, además de otra serie de recomendaciones para lograr una ingesta de alimentos más sana y provechosa para nuestra salud:
1.Olvidar los alimentos procesados y las cocciones agresivas, pues, además de no contener apenas alimento, por lo que no nutren y nos hacen querer comer de más, agreden la flora intestinal.
2. Apostar por alimentos naturales y vegetales, especialmente por verduras y vegetales frescos, también por cereales, legumbres y semillas, e incluir germinados y fermentos. Mimar nuestra flora. "Todos los vegetales están repletos de sustancias y propiedades beneficiosas, de modo que, si los convertimos en los reyes de la alimentación, enseguida notaremos mejoras en la salud", explica.
3. Sentarnos, relajarnos, masticar y saborear. "La digestión empieza en la boca y esa es la única parte que podemos controlar, así que, cuando comamos, debemos recordar esto: masticar. Y no comer en exceso", avisa Mocker.
4. Ayunar todos los días, es decir, practicar el ayuno nocturno: Cenar dos horas antes de ir a dormir, algo de fácil digestión y ligero, como una crema, una sopa o verduras salteadas. Por la mañana, no comer hasta que tengamos hambre. Mientras tanto, hay que hidratarse bien. "Empezar el día con agua tibia y limón o mejor aún, con un zumo verde. Con este simple hábito, damos a nuestro cuerpo el espacio natural para que se regenere", añade.
5. Mantenerse hidratado: "El agua no sólo es necesaria para reducir los signos de la edad, sino que también ayuda en la absorción de nutrientes. Estamos compuestos principalmente de agua, así que mantenernos hidratados es esencial".
6. Reducir el consumo de azúcar. El antojo de azúcar se da a menudo por falta de proteína y de carbohidratos complejos. Si nuestros platos están bien equilibrados, nos sentiremos satisfechos y nutridos, y tendremos menos antojos de azúcar. En cuanto a endulzar postres o desayunos, lo mejor es sustituir el azúcar malo, como el refinado, por otros naturales de bajo índice glucémico, como el azúcar de coco o azúcares naturales como las frutas o los dátiles.
7. ¿Qué te gustan más, los zumos o los batidos verdes? Incluye al menos uno al día. "Aunque los llame 'verdes', en esta categoría también entran otros colores, como los zumos de zanahoria o remolacha, o los batidos de frambuesa o arándanos. Y, por supuestísimo, puedes incluir los dos cada día", añade.
8. Tanto en verano como en invierno acompaña tu comida siempre con una buena ensalada, vegetales macerados o con chucrut, o germinados, o bien todo a la vez. "Por la noche, si no te apetece ensalada, acompaña lo que comas con un buen puñado de germinados", indica.
9. Sustituye o equilibra las pastas y los panes por su símil en vegetales. Por ejemplo, sugiere una pasta de calabacín en vez de una pasta de cereal, o bien combinarlas, además de sustituir, por ejemplo, la pasta de la lasaña con tiras de berenjena o de calabaza.
10. Para la cena apuesta por cremas de verduras, ya sean frías en verano o calientes en invierno, o verduras salteadas o al vapor. En invierno, las sopas de miso con algas son perfectas para calentar, desintoxicar y remineralizar el cuerpo. "Muchas veces yo hidrato una cucharada de algas y me la como de acompañamiento, con unos germinados, un poco de tamari o limón y aceite de sésamo, ¡impulsar tu salud es así de sencillo", resalta.
11. Entre horas recomienda que, en vez de galletas o bocadillos, se escoja siempre una pieza de fruta. "Es el snack ideal pues se lleva fácilmente en el bolso, pero también pueden ser unas trufas de zanahoria, llenas de fibra y betacaroteno, o un hummus o algún otro tipo de paté casero, acompañado por zanahorias y palitos de apio, o simplemente los frutos secos al natural", aprecia la chef Mocker.