MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
La progresión de la diabetes tipo 2 (DM2) hace que la mayoría de los pacientes necesiten tratamiento con insulina para lograr el control óptimo de glucemia y prevenir las complicaciones asociadas a esta enfermedad. Sin embargo, alrededor del 30 por ciento de los pacientes que necesitan insulina son reacios a comenzar este tratamiento debido a barreras psicológicas, un fenómeno denominado 'resistencia psicológica a la insulina', según han resaltado expertos de Lilly.
"El estudio 'EMOTION' se puso en marcha por Lilly para identificar qué actuaciones, afirmaciones y comportamientos de los profesionales sanitarios ayudan significativamente a los pacientes con DM2 y que experimentan resistencia psicológica a la insulina", afirma la doctora Miriam Rubio, médico responsable de Lilly Diabetes en España.
Los pacientes españoles incluidos en este estudio internacional señalaron tres iniciativas clave para iniciar y mantener el tratamiento con insulina: la actitud colaborativa del médico, conocer mejor qué es la insulina y abordar los temores del paciente sobre la inyección en sí.
En este sentido, el 75,9 por ciento de los pacientes consideró que le había ayudado la disponibilidad del profesional sanitario para resolver sus inquietudes. "Que el doctor ofrezca al paciente la posibilidad de que le llame para resolver cualquier duda, ofrece una gran sensación de tranquilidad", afirma el doctor Xavier Mundet, uno de los investigadores principales del estudio.
Por otro lado, los pacientes consideraban que ser ellos los últimos responsables en tomar la decisión de iniciar un tratamiento con insulina no les ayudaba, lo que refuerza los beneficios de una relación de colaboración y confianza entre el paciente y los responsables de su atención médica.
Explicaciones que permiten a los pacientes entender que iniciar el tratamiento con insulina no significaba que su diabetes se hubiera agravado, y que usar insulina es fácil, ayudaron a superar los pensamientos erróneos y temores.
"Me sorprendió saber que el paciente también necesita razonamientos clínicos, no infantilizar las consultas. El paciente necesita saber y no solo que se le cuente la parte más sencilla", afirma Mundet. Por otro lado, transmitir la idea de que los niveles de glucosa en la sangre mejorarían tras la insulinización ayudó al 74,6 por ciento de los encuestados.
En cuanto a otras actuaciones del profesional sanitario consideradas favorablemente por los pacientes se encontraban resolver temores sobre las inyecciones. En este sentido, familiarizar al paciente con el dispositivo de inyección fue destacado por el 73 por ciento de los pacientes.
El estudio también destaca ciertas actuaciones del profesional sanitario que refuerzan los efectos positivos de la insulina. "Hay que comentar con el paciente que la insulina es algo natural, que nuestro organismo produce y sintetiza. Esto ayuda, sin duda, a tranquilizar a la persona con diabetes", apunta el doctor Mundet.