Los investigadores recuerdan que hay infradiagnóstico en los problemas asociados a la epilepsia
BARCELONA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Hospital del Mar de Barcelona ha detectado que la mitad de los pacientes con epilepsia resistente al tratamiento farmacológico presentan "altos niveles" de depresión y ansiedad, y el 70% asegura tener una mala calidad de vida.
Los resultados, publicados en la revista 'Frontiers in Neurology', han determinado que las mujeres presentan niveles más altos de depresión y ansiedad, así como peor calidad de vida que los hombres, ha informado el Hospital del Mar en un comunicado este lunes.
La investigación ha ratificado que estos síntomas se producen en todos los tipos de epilepsia y no solo en la epilepsia del lóbulo temporal --"como se creía previamente"--, ha demostrado que la ansiedad patológica es tan prevalente como la depresión y que, generalmente, van asociadas.
Según el jefe de la Unidad de Epilepsia y autor principal del trabajo, Rodrigo Rocamora, este es uno de los trabajos más importantes hecho hasta ahora en este ámbito teniendo en cuenta las comorbilidades psiquiátricas, es decir, la coexistencia de dos o más enfermedades en las personas afectadas por la epilepsia resistente al tratamiento.
Rocamora ha recordado que la epilepsia no solo son crisis, sino que es una alteración mucho más global del cerebro y de su manifestación en los pacientes, que no se acaba con las crisis: "Es una enfermedad que dura toda la vida".
493 CASOS ANALIZADOS
Para el estudio, han analizado 493 pacientes ingresados en el Hospital del Mar con epilepsia resistente al tratamiento entre 2013 y 2021 a fin de identificar el origen de las crisis epilépticas o la posibilidad de un abordaje quirúrgico.
Los autores del trabajo han indicado que los problemas asociados a la epilepsia acostumbran a estar infradiagnosticados y que ser consciente de ello puedo ayudar a establecer una relación más empática entre el personal sanitario y los enfermos.
Por ello, el estudio abre la puerta a evaluar métodos que, con técnicas de reducción de estrés, puedan controlar este tipo de síntomas y potencialmente también reducir la frecuencia de crisis, ha explicado Rocamora.
