MADRID 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
La médica especialista en Aparato Digestivo del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Madrid) y miembro de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), Belén Agudo, ha informado que "prácticamente el 80 por ciento de los tumores neuroendocrinos pancreáticos no segregan sustancia o lo hacen en una cantidad tan mínima que no son detectables en las pruebas analíticas, incluso, no producen síntomas".
Durante su participación en el 83º Congreso de la SEPD, Agudo ha explicado que, en cuanto a la clasificación de estos tumores, existen varias formas de agruparlos, siendo la más importante los que se pueden catalogar como funcionantes, porque segregan hormonas o péptidos, y los no funcionantes. "El 80 por ciento de estos tumores, al ser no funcionantes, no van a presentar síntomas, por el contrario, dentro del otro 20 por ciento funcionante hay muchos tumores que pueden surgir", ha afirmado Agudo.
"De los tumores neuroendocrinos pancreáticos funcionantes el más frecuente es el insulinoma, que provoca hipoglucemias recurrentes, seguido del gastrinoma, que se asocia con enfermedad péptica provocando úlceras", ha señalado la experta.
Los tumores funcionantes también pueden producir diarrea, dolor abdominal, falta de apetito, etc. "Son síntomas que se pueden solapar con los de otras enfermedades y se diagnostican como síndrome de intestino irritable (SII) o reflujo, entre otros", ha afirmado Agudo.
Por todo ello, "los tumores neuroendocrinos pancreáticos tienen un difícil diagnóstico", de hecho, "su valoración se puede demorar hasta 4-5 años". Todo esto no hace más que poner de manifiesto "la heterogeneidad y poca especificidad que hay en relación con este tipo de tumores", ha asegurado Agudo.
LOS TUMORES NEUROENDOCRINOS PANCREÁTICOS
Los tumores neuroendocrinos pancreáticos son neoplasias malignas del páncreas, aunque "son poco frecuentes y presentan un riesgo de diseminación bajo, se clasifican como tumores malignos", ha destacado Agudo. Estos tumores derivan de las células endocrinas del páncreas, a diferencia del adenocarcinoma, y presentan un comportamiento distinto, "generalmente más benévolo".
Actualmente, los tumores neuroendocrinos pancreáticos representan entre un 2 y un 5 por ciento de los tumores malignos localizados en el páncreas, siendo menos frecuentes que los casos de cáncer de páncreas o adenocarcinoma. El comportamiento biológico de estos tumores es variable y va a estar condicionado por múltiples factores como el tamaño. Por un lado, los tumores pequeños, menos de 2 cm, de bajo grado y asintomáticos, tiene un riesgo de progresión maligna bajo. Por otro lado, lesiones grandes y de grado histológico más alto, frecuentemente, muestran un comportamiento agresivo propenso a extenderse fuera del páncreas.
TRATAMIENTO
Atendiendo a las distintas opciones terapéuticas, cabe resaltar que para los tumores menores de 1 cm se plantea un seguimiento y una actitud expectante, por otro lado, para los mayores de 2 cm se maneja la opción quirúrgica, entre otros posibles tratamientos. Sin embargo, entre 1 y 2 cm, apunta Agudo, "se denomina la zona gris y, aunque se realiza seguimiento, muchos estudios plantean ya opciones quirúrgicas e, incluso, otras alternativas como puede ser el tratamiento ablativo".
Por todo esto, asegurar que la cirugía esté correctamente indicada "sigue siendo el factor más importante para evitar procedimientos quirúrgicos innecesarios y la morbilidad asociada a los mismos". En los casos de seguimiento, "se propone un control inicial cada 6 meses con prueba de imagen", en especial, "la resonancia, al igual que la ecoendoscopia" no obstante, añade Agudo, "la elección de la prueba depende de cada centro hospitalario y, sobre todo, de las características de cada paciente y el riesgo de progresión del tumor".
De esta manera, "es importante destacar que estos tumores son neoplasias malignas del páncreas", por lo que, aunque suelen presentar un comportamiento benévolo, "es recomendable, tras los dos primeros años de controles semestrales, hacer un seguimiento anual a largo plazo", aunque "todo esto siempre está condicionado a la individualización de cada paciente", ha afirmado la experta.
Por otro lado, ha señalado que "en los tumores cuyo tamaño se encuentra entre 1 y 2 cm, lo más importante es individualizar cada caso", teniendo en cuenta si el tumor es funcionante o no, las características del paciente y el grado de diferenciación.
"Se espera que estudios prospectivos actualmente en marcha, proporcionen información crucial sobre la eficacia y viabilidad de un protocolo de seguimiento específico para este tipo de tumores", ha finalizado la experta.