Hasta el 2% de los adultos de Europa, Norteamérica e Israel padecen insuficiencia cardíaca

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Archivo - Dolor corazón mujer - PEOPLEIMAGES/ ISTOCK - Archivo
Publicado: martes, 14 febrero 2023 7:49

MADRID 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

Hasta el 2% de los adultos de Europa, Norteamérica e Israel padecen probablemente insuficiencia cardiaca y corren un alto riesgo de muerte y otras complicaciones graves, según las estimaciones actuales basadas en los registros sanitarios digitales de 11 países y publicadas en línea en la revista 'Heart'.

Según los investigadores, la elevada prevalencia de esta enfermedad, los riesgos para la salud asociados, como la arteriopatía coronaria y la insuficiencia renal crónica, y los costes -humanos y fiscales- justifican la adopción de medidas urgentes.

La insuficiencia cardíaca afecta a millones de personas en todo el mundo, pero se espera que el número de casos aumente a medida que la población envejezca y mejore el diagnóstico, señalan. Además, es cara: Europa y Estados Unidos destinan cada uno entre el 1% y el 2% de sus presupuestos sanitarios anuales a tratarla.

Pocos estudios han utilizado tanto historiales médicos digitales como datos de registros nacionales para evaluar el impacto de la insuficiencia cardíaca en la ronda. Y los que lo han hecho se han basado en grupos de pacientes muy seleccionados, lo que significa que es poco probable que los resultados sean representativos en general, afirman los investigadores.

Para superar este problema, diseñaron el estudio sobre la insuficiencia cardíaca CardioRenal y Metabólica (CaReMe) con el fin de estimar la prevalencia, los principales resultados desfavorables y los costes de esta enfermedad en 11 países: Suecia, Noruega, Reino Unido, Bélgica, Alemania, Suiza, Italia, España, Portugal, Israel y Canadá.

Los investigadores resumieron y agruparon los datos de los sistemas sanitarios individuales de más de 600.000 personas con insuficiencia cardíaca diagnosticada en los países participantes entre 2018 y 2020.

La insuficiencia cardíaca se definió en términos generales como cualquier diagnóstico de insuficiencia cardíaca registrado, y se definió estrictamente como la necesidad de ingreso hospitalario por la afección. La edad media de los pacientes, utilizando la definición amplia, era de 75 años; el 45% eran mujeres.

Alrededor del 42% de los pacientes con insuficiencia cardíaca tenían preservada la fracción de eyección ventricular izquierda, que se produce cuando la cavidad inferior izquierda del corazón (ventrículo izquierdo) no es capaz de llenarse adecuadamente de sangre (fase diastólica), reduciendo así la cantidad de sangre bombeada de vuelta al organismo.

Casi la mitad (49%) de los pacientes con insuficiencia cardiaca padecían cardiopatía isquémica; el 44%, ritmo cardiaco irregular (fibrilación auricular); y algo más de un tercio (34,5%), diabetes.

De las 170.000 personas con insuficiencia cardíaca a las que se midió la función renal, la mitad (49%) padecía enfermedad renal crónica de moderada a grave.

Los episodios de enfermedad se notificaron de forma acumulativa por cada 100 pacientes-año -en otras palabras, el porcentaje de pacientes que tuvieron un episodio anual- y se calcularon los costes acumulativos de la atención hospitalaria de cada persona durante un máximo de 5 años.

A partir de los datos, los investigadores calcularon que la prevalencia de la insuficiencia cardíaca entre los adultos era del 2% cuando se aplicaba la definición amplia, y del 1% cuando se aplicaba la definición estricta, en los 11 países y en más de 32 millones de personas. La prevalencia más alta (definición amplia) se registró en Portugal (algo menos del 3%); la más baja, en el Reino Unido (casi el 1,5%).

El riesgo de ingreso hospitalario anual era mayor para las personas con insuficiencia cardiaca y enfermedad renal crónica (19%) y menor para las que padecían otras enfermedades cardiovasculares, como infarto de miocardio (3%), ictus (2%) y arteriopatía periférica (1%). La tasa de mortalidad anual fue del 13%.

Según los investigadores, estas cifras indican que el tratamiento preventivo debe centrarse principalmente en detener el empeoramiento de la insuficiencia cardiaca y la función renal.

Los costes de la atención hospitalaria --disponibles para 6 países y 462.825 pacientes-- fueron más elevados en el caso de los enfermos tanto de corazón como de riñón, y superiores a los derivados de la enfermedad coronaria y el ictus.

Se trata de un estudio observacional, y los investigadores destacan varias limitaciones, pero sus conclusiones indican la necesidad de tomar medidas urgentes. "La carga cardiorrenal, los riesgos y los costes de los pacientes con insuficiencia cardíaca ponen de manifiesto la necesidad urgente de mejorar la gestión del riesgo y la necesidad de que los responsables políticos den prioridad a este aspecto a la hora de planificar la asistencia sanitaria de los pacientes", concluyen.