MADRID, 8 Sep. (INFOSALUS) -
Acabar con la adicción a la cocaína es complicado, está demostrado que gran parte de los individuos adictos a esta droga continúan con su hábito a pesar de ser conscientes de las consecuencias que su consumo provocan en su salud y en sus las relaciones familiares y sociales.
ADICCIÓN A LA COCAÍNA
La adicción a la cocaína involucra cambios biológicos en el cerebro y, hasta ahora, los investigadores había comprobado que los circuitos cerebrales responsables de la predicción de la pérdida emocional están alterados cuando consume esta droga habitualmente.
LA COCAÍNA ALTERA EN GRAN MODO LA PERCEPCIÓN DE LAS EMOCIONES BÁSICAS
Una nueva investigación que se ha presentado en el Congreso Europeo de Neuropsicofarmacología (ECNP, por sus siglas en inglés), muestra cómo una sola dosis altera en gran modo la percepción de las emociones básicas; solo una dosis interfiere en la capacidad de reconocer las emociones negativas, como la tristeza y la ira.
"Una sola dosis de cocaína interfiere con la capacidad de una persona para reconocer las emociones negativas, como la ira y la tristeza. Esto podría obstaculizar la capacidad de interactuar en situaciones sociales, pero también puede ayudar a explicar por qué los consumidores de cocaína muestran mayores niveles de sociabilidad cuando están intoxicados, simplemente porque no pueden reconocer las emociones negativas", argumenta el investigador principal, el doctor Kim Kuypers, de la Universidad de Maastricht, Países Bajos.+
MIDIERON UNA SERIE DE EMOCIONES BÁSICAS
En el estudio controlado con placebo, investigadores de Países Bajos y Alemania contaron con 24 estudiantes (de entre 19 a 27 años), a los que se les dio 300 mg de cocaína por vía oral o un placebo. Después de entre 1 a 2 horas, cada participante fue sometido a una serie de pruebas bioquímicas, así como la prueba de reconocimiento de emociones faciales para medir la respuesta a una serie de emociones básicas, como el miedo, la ira, el asco, la tristeza y la felicidad.
Los autores encontraron que, en comparación con el placebo, una sola dosis de cocaína provocó un aumento de la frecuencia cardiaca, así como incremento de los niveles de la hormona del estrés cortisol. Además, detectaron que los sujetos que tomaron cocaína tuvieron más dificultades para reconocer las emociones negativas.
También hallaron que los individuos que mostraron una mayor respuesta de cortisol tras tomar cocaína presentaban un deterioro menos marcado de las emociones negativas. Cuando estaban intoxicados con cocaína, su rendimiento fue un 10 por ciento peor en comparación a su desempeño con el placebo en cuanto al reconocimiento de la tristeza y la ira.