Cómo afecta la música a determinados órganos del cuerpo

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Publicado: domingo, 7 abril 2024 8:14

MADRID 7 Abr. (EDIZIONES) -

Se dice que la música nos toca la fibra sensible y un nuevo estudio de investigadores japoneses acaba de confirmar cómo lo hace y cómo afecta a determinados órganos del cuerpo. El cerebro, el corazón y el abdomen son los más sensibles a los acordes, según el tipo de música de que se trate, según un nuevo estudio publicado en la revista 'iScience'.

Los investigadores tocaron ocho melodías cortas de sólo cuatro acordes cada una a más de 500 participantes.

Cada melodía contenía una mezcla variada de progresiones de acordes sorprendentes y no sorprendentes, seguras e inciertas. Cuando se les pidió que contaran cómo les hacían sentir las melodías y dónde les afectaban, las respuestas de los participantes mostraron que las fluctuaciones en las predicciones sobre las secuencias de acordes se sentían en partes concretas del cuerpo, sobre todo en el corazón y el abdomen.

Los investigadores de la Universidad de Tokio y la Universidad de Hiroshima también descubrieron que las sensaciones en el corazón estaban estrechamente relacionadas con la apreciación estética y los sentimientos de placer. Estos resultados podrían tener aplicaciones útiles en el uso de la música para mejorar el bienestar.

"Nuestra investigación demuestra que algunas secuencias de acordes crean sensaciones corporales similares en determinados órganos, sobre todo en el cerebro, el corazón y el abdomen --explica el profesor asociado Tatsuya Daikoku, de la Escuela de Postgrado de Ciencia y Tecnología de la Información de la Universidad de Tokio--. Esto indica que nuestro sentido interoceptivo, es decir, las sensaciones percibidas desde el interior del cuerpo, pueden subyacer en cierta medida a la apreciación estética musical y la emoción positiva".

Basándose en 890 canciones de las listas musicales Billboard de Estados Unidos, los investigadores generaron ocho secuencias de cuatro acordes que reprodujeron a los participantes en el estudio. Una característica importante de cada secuencia era la mezcla de sorpresa baja y alta y de incertidumbre baja y alta con la que progresaban los acordes.

Quinientos veintisiete participantes escucharon las melodías de cuatro acordes e indicaron en una imagen en qué parte del cuerpo sentían la música y con qué intensidad. También clasificaron sus cinco principales respuestas emocionales a cada sonido a partir de una lista de opciones, así como en qué medida sentían que la música les atraía o les repugnaba. Combinando estas respuestas, los investigadores pudieron crear un mapa corporal distinto para cada secuencia de acordes.

De las ocho secuencias, las sensaciones abdominales más fuertes se registraron cuando los cuatro acordes progresaban con poca sorpresa y poca incertidumbre, lo que los investigadores llamaron la secuencia sLuL-sLuL. Esta melodía tan predecible también provocó sensaciones de calma, alivio, satisfacción, nostalgia y empatía.

Las sensaciones más fuertes en el corazón se producían cuando los tres primeros acordes sonaban con baja sorpresa y baja incertidumbre, pero el cuarto acorde final provocaba alta sorpresa y baja incertidumbre. Los investigadores denominaron a esta secuencia sLuL-sHuL, y las sensaciones más intensas que producía en el corazón parecían estar estrechamente relacionadas con sentimientos más intensos de placer.

Tanto las progresiones sLuL-sLuL como las sLuL-sHuL evocaron apreciación estética y redujeron las sensaciones negativas de ansiedad y torpeza.

Por el contrario, las secuencias que generaban fuertes sensaciones en la cabeza se asociaban significativamente con sentimientos de ansiedad y confusión. Dado que esta investigación se centró en las sensaciones y emociones subjetivas, al equipo le gustaría ver cómo respuestas físicas más cuantificables, como cambios en los latidos del corazón, se superponen al mapa de sensaciones reportadas.

"La música no es sólo algo que escuchamos con los oídos; es una experiencia que se siente en todo el cuerpo. Creo que esta sensación en todo el cuerpo es lo que realmente define la música --afirma Daikoku--. Esta investigación permite comprender cómo las experiencias musicales están estrechamente relacionadas con nuestro cuerpo. Es prometedora para contribuir al uso de la música para aliviar el estrés y mejorar la salud mental".