MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los hombres que experimentan agotamiento vital tienen más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco, según una investigación presentada este viernes en el ESC Acute CardioVascular Care 2021, el congreso científico en línea de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC). El riesgo de un infarto de miocardio relacionado con el agotamiento fue particularmente pronunciado en hombres nunca casados, divorciados y viudos.
"El agotamiento vital se refiere a fatiga excesiva, sentimientos de desmoralización y aumento de la irritabilidad --precisa el autor del estudio, el doctor Dmitriy Panov, del Instituto de Citología y Genética, Novosibirsk, de la Federación Rusa--. Se cree que es una respuesta a problemas intratables en la vida de las personas, particularmente cuando no pueden adaptarse a la exposición prolongada a factores de estrés psicológico".
Este estudio examinó la relación entre el agotamiento vital y el riesgo de infarto de miocardio en hombres sin antecedentes de enfermedad cardiovascular. Para ello se utilizaron datos del Proyecto MONICA, de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En 1994 se inscribió una muestra representativa de 657 hombres de 25 a 64 años en Novosibirsk.
Los síntomas de agotamiento vital se evaluaron al inicio del estudio utilizando el Cuestionario de agotamiento vital de Maastricht adoptado por el protocolo MONICA. Los participantes fueron clasificados según su nivel de agotamiento vital: ninguno, moderado o alto. Los participantes fueron seguidos durante 14 años para determinar la incidencia de ataque cardíaco.
En general, dos tercios (67%) de los hombres tenían agotamiento vital (15% tenían un nivel alto y 52% tenían un nivel moderado) mientras que el 33% no se vieron afectados. Casi tres cuartas partes (74%) de los hombres con presión arterial alta tenían agotamiento vital: alto en el 58% y moderado en el 16%.
En el grupo general de hombres, los investigadores analizaron la asociación entre el agotamiento vital al inicio del estudio y el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. En comparación con aquellos sin agotamiento vital, los hombres con niveles moderados o altos tenían un riesgo 2,7 veces mayor de sufrir un ataque cardíaco en cinco años, un riesgo 2,25 más alto en 10 años y un riesgo 2,1 más alto en 14 años.
Cuando el análisis se controló por factores sociales (educación, ocupación y estado civil) y la edad, la influencia del agotamiento vital en el riesgo de ataque cardíaco disminuyó pero se mantuvo estadísticamente significativa.
Por ejemplo, en comparación con aquellos sin agotamiento vital, los hombres con niveles moderados o altos tenían un 16% más de probabilidades de sufrir un infarto de miocardio durante 14 años de seguimiento en comparación con los que no lo tenían después de ajustar los factores sociales y la edad.
En el análisis ajustado, el riesgo de un ataque cardíaco relacionado con el agotamiento fue mayor en los hombres que nunca se casaron, los divorciados y los viudos en comparación con los hombres casados, con razones de riesgo de 3,7, 4,7 y 7, respectivamente.
El riesgo de un ataque cardíaco relacionado con el agotamiento fue 2,2 veces mayor en aquellos con educación primaria en comparación con los hombres con un título universitario. Los hombres de mediana edad se vieron más afectados que los hombres más jóvenes: en comparación con los de 24 a 34 años, el riesgo de un ataque cardíaco relacionado con el agotamiento fue 3,8 veces mayor en los de 45 a 54 años y 5,9 veces mayor en los de 55-64 años.
Con respecto a la influencia del estado civil en la relación entre el agotamiento y el ataque cardíaco, el doctor Panov explica que "vivir solo indica menos apoyo social, lo que sabemos por nuestros estudios anteriores es un factor de riesgo independiente de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular".
Señala que los hallazgos indican un patrón por el cual la desventaja social se relaciona con el agotamiento vital, que se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. "La relación del agotamiento con los eventos cardiovasculares amenazantes debe tenerse en cuenta al evaluar el riesgo", apostilla.
El doctor Panov concluye que "los esfuerzos para mejorar el bienestar y reducir el estrés en el hogar y en el trabajo pueden ayudar a reducir el agotamiento vital. La participación en grupos comunitarios es una forma de aumentar el apoyo social y ser menos vulnerable al estrés. Junto con un estilo de vida saludable, estas medidas deberían ser beneficiosas para la salud del corazón", asegura.