MADRID 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las personas con alergias y asma que son hospitalizadas con COVID-19 tiene similares resultados de salud que los que no son alérgicos, según un nuevo estudio presentado en la Reunión Científica Anual virtual del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI) de este año, que ha examinado los datos de hospitales para determinar si las personas con afecciones alérgicas tenían una enfermedad relacionada con COVID más grave que las que no las tenían.
"Examinamos las historias clínicas de 275 pacientes ingresados en el hospital que dieron positivo para el virus SARS-CoV-2 por cualquier historial de enfermedad alérgica --explica el alergólogo Dylan Timberlake, miembro de la ACAAI y autor principal del estudio--. Durante el período de dos meses en el que examinamos los gráficos, encontramos que la gravedad de la enfermedad no parecía diferir entre los pacientes con COVID-19 con alergias y los pacientes con COVID-19 sin alergias".
Los factores considerados para determinar la gravedad de la enfermedad incluyeron el ingreso en la UCI, la duración de la estadía, el requerimiento de oxígeno suplementario y la tasa de intubación. "Al observar los resultados para los pacientes basados en enfermedades alérgicas como la rinitis alérgica, el asma, el eccema y la alergia alimentaria, no encontramos diferencias significativas en la cantidad de intervenciones necesarias para las personas con alergias frente a las que no las padecen cuando se trata de COVID-19", añade el alergólogo Mitchell Grayson, miembro de la ACAAI y coautor del estudio.
"Por ejemplo, con respecto a la admisión en la UCI, el 43% de las personas con enfermedad alérgica fueron admitidas frente al 45% sin ella --especifica--. Y el 79% de las personas con alergia necesitaron oxígeno suplementario frente al 74% de las que no las tenían".
En el estudio, más pacientes con alergias tenían EPOC (39% frente a 17%), un factor de riesgo conocido de enfermedad grave con COVID. Después de controlar estadísticamente la presencia de EPOC y su asociación con enfermedades más graves relacionadas con COVID, los investigadores encontraron una tendencia estadística que sugiere una posible protección en aquellos con enfermedades alérgicas preexistentes pero no asma.