¡¡Alérgicos!!: las mascarillas os van a ayudar y en concreto una

Archivo - Dos mujeres charlan sentadas en el cesped. Primavera. Amigas.
Archivo - Dos mujeres charlan sentadas en el cesped. Primavera. Amigas. - LECHATNOIR/ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 19 abril 2021 8:34

   MADRID, 19 Abr. (EDIZIONES) -

   Se está oyendo muchísimo que esta temporada primaveral va a estar 'cargadita' para los alérgicos y es que este invierno ha sido muy frío, lo que va a favorecer más pólenes de gramíneas. No obstante hay una buena noticia dentro de este panorama: el empleo de las mascarillas por la pandemia va a beneficiar a los alérgicos al protegerles del contacto con el pólen. ¿Sabes cuál es la mejor? Aquí te lo contamos.

   "Los agricultores saben que los años de nevadas son buenos años para la cosecha de cereales, de ahí el refrán, 'Año de nieves, año de bienes'", asegura durante una entrevista con Infosalus el presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología (SEAIC) el doctor Ángel Moral de Gregorio.

   Y es que este especialista en Alergología Complejo Hospitalario de Toledo detalla que cada vez es más frecuente que los alérgicos lo sean a varios pólenes a la vez, presentando síntomas en diferentes épocas del año y no solamente en primavera.

   En concreto, cita que los pólenes más importantes productores de polinosis en España, teniendo en cuenta la época de polinización son: los cipreses en enero-marzo, el plátano de sombra en marzo y abril, el abedul en abril, las gramíneas y olivo desde abril hasta junio, la parietaria y la salsola desde abril hasta octubre.

   Por áreas geográficas, dice que la primera causa de polinosis son las gramíneas en el centro de la Península, sobre todo Extremadura, Castilla y León, Madrid y Castilla-La Mancha. "El olivo es importante en el centro y sur, en especial Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha y la parietaria lo es en las regiones costeras. La salsola se encuentran en zonas con escasas precipitaciones como Aragón, Murcia y Castilla-La Mancha. Los cipreses se pueden encontrar repartidos por toda la geografía española", añade.

   En cambio, reconoce que para esta primavera se espera con respecto a los pólenes de gramíneas niveles muy leves en las Islas Canarias, a la par que en la Cornisa Cantábrica y en el Litoral Mediterráneo se espera una primavera entre leve y moderada. "En el centro peninsular y en Andalucía se esperan niveles moderados, mientras que en Extremadura habrá niveles elevados. Otros pólenes como el olivo tendrá niveles inferiores a los del año pasado, que fueron muy altos. Los pólenes del plátano de sombra en estos días, presentan niveles elevados en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza y Valladolid", destaca.

POR SER ALÉRGICO NO HAY MÁS RIESGO DE CONTAGIO DE COVID-19

   No obstante, el alergólogo recalca un idea que todos debemos tener bastante clara y es que durante esta temporada el sistema inmunológico de los pacientes alérgicos funciona perfectamente y va a defender de todas las infecciones, incluidas las producidas por el coronavirus. "Por tanto, por ser alérgico no existe un riesgo mayor de contraer COVID-19, en el caso de pacientes con alergias por pólenes", resalta el presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC.

   A su vez, subraya que el empleo de mascarillas va a beneficiar a los alérgicos al protegerles del contacto con el mismo, dado que las mascarillas son dispositivos diseñados para proteger al portador de la inhalación de humos, microorganismos (bacterias, virus), y de material particulado transportado por el aire, así como para proteger a los demás cuando el portador pueda contagiar alguna enfermedad.

   "Entre el material particulado que se encuentra en la atmósfera están las PM2,5, que provienen de la combustión del diesel y del desgaste de neumáticos y frenos, pero sobre todo los pólenes. El tamaño de los pólenes alergénicos oscila entre las 15 micras de la parietaria y las 30 micras de la arizónica. El virus SARS-CoV-2 es 100 veces menor que los pólenes, unas 0,12 micras, aunque va vehiculizado con la tos y el estornudo en aerosoles de unas 5 micras", precisa el especialista.

   Con ello, insiste en que los alérgicos a pólenes van a beneficiarse de la utilización de mascarillas cuando se produzcan en el exterior niveles elevados en los meses de invierno por las arizónicas, en primavera por el plátano de sombra, abedul, gramíneas, olivo y parietaria, y durante el verano por la salsola y la parietaria.

   "La utilidad primordial para el uso de mascarillas en los alérgicos sería en aquellas zonas donde se producen de forma habitual niveles muy altos de pólenes, debido a la abundancia de determinadas plantas en esa zona. Esto ocurre en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza y Valladolid en los meses de marzo y abril por el plátano de sombra; en provincias como Jaén en mayo y junio por la polinización del olivo; y en Cáceres y Badajoz en las mismas fechas por las gramíneas", enumera el experto de la SEAIC.

La utilización de mascarillas en el exterior ocasiona una reducción de los síntomas de rinitis y asma por el efecto de pantalla sobre la nariz y la boca, impidiendo el acceso de los pólenes, según justifica: "Esto traerá como consecuencia una reducción en el consumo de medicación y una disminución en la asistencia a servicios de Urgencias por parte de los polínicos. Curiosamente la primavera pasada los pacientes se quejaron de intensos síntomas conjuntivales, debido a que la mascarilla no protegía los ojos".

¿CUÁL ES LA MEJOR MASCARILLA PARA LOS ALÉRGICOS?

   Eso sí, no todas las mascarillas nos van a hacer el mismo papel, aunque cualquiera de la mascarillas existentes puede ser útil (higiénicas, quirúrgicas y de protección), dado que van a retener las partículas con un tamaño por encima de 1 micra.

   El especialista en Alergología del Complejo Hospitalario de Toledo precisa que en el caso de las máscaras higiénicas y quirúrgicas, éstas no son completamente eficaces para los alérgicos aunque atrapen a los pólenes, porque no se ajustan adecuadamente a la cara, dejando pasar los pólenes por los bordes a la nariz y a la boca.

   Sin embargo, el doctor Moral de Gregorio afirma que las mascarillas de protección denominadas FFP ( del inglés 'Filtering Face Piece') sí cubren nariz y boca y tienen forma ergonómica, para ajustarse adecuadamente impidiendo el paso de pólenes por los bordes. "Debido a la elevada capacidad de filtración de las mascarillas de protección con sus microfibras de polipropileno para atrapar los pólenes de la atmósfera son muy importantes para reducir la exposición y por tanto reducir los síntomas y el consumo de medicación", agrega.

   Es más, defiende que se trata de las mascarillas que se emplean desde hace unos 30 años para evitar la exposición a los pólenes, si bien se habían infrautilizado ante el rechazo que producían hasta el año pasado, y por el temor a que el resto de la gente pensara que podría tratarse de una persona infectada.

   "En años anteriores a la llegada del coronavirus se recomendaba mascarillas con válvulas, porque disminuían la humedad y la temperatura en el interior de la mascarilla. Sin embargo, debido a que estas mascarillas no impiden que el usuario contagie al exhalar aire contaminado, están actualmente contraindicadas", asegura el alergólogo.

   A juicio del presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología ha tenido que llegar la infección por el coronavirus en el 2020 para que se haya normalizado el empleo de la mascarilla por las calles. "Dicen que 'no hay mal que por bien no venga', y como consecuencia de la utilización de mascarillas para evitar el contagio por el coronavirus, los alérgicos van a presentar menos síntomas al disminuir la exposición a los pólenes y será más habitual en los años venideros que los alérgicos las sigan utilizando", vaticina este experto.