Alertan de la dificultad de diagnosticar trastornos sanguíneos y piden mayor coordinación entre clínicos y patólogos

Archivo - Coágulo de sangre hecho de glóbulos rojos, plaquetas y hebras de proteína de fibrina
Archivo - Coágulo de sangre hecho de glóbulos rojos, plaquetas y hebras de proteína de fibrina - DR_MICROBE/ ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 9 agosto 2023 7:17

MADRID 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los trastornos sanguíneos conocidos como síndromes/neoplasias mielodisplásicos (SMD) son difíciles de diagnosticar, y suelen diagnosticarse erróneamente, lo que expone a los pacientes a un mayor riesgo de cometer errores en el tratamiento y otras consecuencias potencialmente perjudiciales, según investigadores del Sylvester Comprehensive Cancer Center de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami (Estados Unidos) y organizaciones colaboradoras.

Sus hallazgos, publicados en 'Blood Advances', una revista revisada por expertos de la Sociedad Americana de Hematología, ponen de relieve la necesidad vital de una estrecha coordinación entre los médicos y los patólogos cualificados para garantizar un diagnóstico preciso y oportuno de los cánceres de la sangre.

"Descubrimos que los patólogos expertos tenían desacuerdos importantes con los diagnósticos de los patólogos locales en aproximadamente el 20% de los casos totales", explica Mikkael Sekeres, jefe de la División de Hematología de Sylvester y autor correspondiente del estudio.

"A algunos pacientes se les dijo que tenían cáncer cuando no lo tenían, o lo contrario: que no tenían cáncer cuando, en realidad, sí lo tenían --añade--. Y lo que es más importante, demostramos que los pacientes mal diagnosticados recibían el tratamiento inicial equivocado casi el 10% de las veces".

Los investigadores señalan que los SMD, un conjunto de trastornos sanguíneos crónicos y más graves, tienen pronósticos muy variables y una tendencia a evolucionar hacia la leucemia mieloide aguda (LMA). El síndrome se diagnostica anualmente en unas cuatro de cada 100.000 personas en Estados Unidos, lo que supone 20.000 nuevos casos, pero los expertos creen que la cifra real podría ser mayor debido a la infranotificación y la clasificación errónea.

La mayoría de los nuevos diagnósticos se producen en pacientes mayores de 60 años. Las tasas de supervivencia oscilan entre una década y menos de un año, dependiendo de la gravedad de la enfermedad y otros factores.

Sekeres y sus colaboradores compararon los resultados de más de 900 pacientes incluidos en el Estudio Nacional de la Historia Natural de los SMD del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), un estudio de cohortes en curso que se lleva a cabo en 144 centros de Estados Unidos e Israel y que preside Sekeres.

El estudio fue diseñado para crear un repositorio de datos y bioespecímenes que permita avanzar en el conocimiento de los SMD. Los participantes se inscriben cuando se sospecha que tienen SMD --o se les diagnostica-- y se les programa una biopsia de médula ósea como parte de su tratamiento.

Los patólogos locales suelen realizar el diagnóstico inicial utilizando las clasificaciones de SMD de la Organización Mundial de la Salud. A continuación, sus conclusiones son revisadas por patólogos centrales expertos que confirman o refutan los diagnósticos tras revisar las muestras de médula ósea, los datos clínicos y los resultados de laboratorio.

Los patólogos centrales del estudio del NHLBI ejercen en centros médicos académicos terciarios y están especializados en cánceres de sangre y médula ósea, mientras que los patólogos locales son una mezcla más variada de centros comunitarios y académicos.

Para este estudio, los investigadores compararon los diagnósticos locales y los revisados centralmente para cuantificar las tasas y los grados de diferencias clínicamente significativas entre las categorías de SMD. También determinaron si los diagnósticos erróneos afectaban al tratamiento administrado.

Según el estudio, aproximadamente un tercio de los casos recibieron una reclasificación diagnóstica tras la revisión de los patólogos centrales. Se reclasificó una quinta parte de los diagnósticos de SMD.

El 15% de los desacuerdos entre los patólogos locales y centrales fueron el resultado de errores de codificación por parte de los coordinadores de investigación, lo que pone en duda la exactitud de los registros nacionales de cáncer que incluyen pacientes con SMD.

Las tasas de tratamiento fueron inferiores en los casos con desacuerdo diagnóstico frente a aquellos en los que los revisores locales y centrales coincidieron. Los casos mal diagnosticados hicieron que los pacientes recibieran un tratamiento inadecuado en el 7% de los casos.

"Nuestros hallazgos ponen de relieve la importancia vital de recabar la opinión de expertos de los centros oncológicos designados por el Instituto Nacional del Cáncer, especialmente en el caso de cánceres poco frecuentes de la sangre y la médula ósea como el SMD", afirma Sekeres.

Añade que los oncólogos y patólogos de la comunidad tienen más experiencia diagnosticando cánceres comunes, como el de mama, que otros más raros, como los de la sangre. "Pueden pasar por alto sutilezas que les harían cuestionar la veracidad de diagnósticos más raros", apunta.

Sekeres y sus colegas también señalan que su estudio tiene importantes implicaciones para los registros nacionales y el programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER).

"Nuestros hallazgos ayudan a explicar las discrepancias en los informes de las bases de datos regionales y nacionales sobre las tasas de incidencia, los subtipos y los resultados de los SMD --indica--. Los desacuerdos diagnósticos, los errores de codificación y la evolución de las directrices diagnósticas ponen en duda la exactitud de los datos actuales basados en la población".

"Los cánceres de la sangre son difíciles de diagnosticar --asegura Sekeres--, y requieren segundas opiniones de clínicos altamente especializados coordinados con patólogos altamente cualificados para garantizar que los pacientes sean diagnosticados con precisión y reciban el tratamiento adecuado de manera oportuna".