MADRID 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
La especialista en Nutrición y Dietética Belén Fontán Calvo, del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, ha advertido que tanto el exceso como la falta de peso influyen de forma negativa en la fertilidad de hombres y mujeres, por lo que la alimentación resulta "fundamental" durante la búsqueda de un embarazo.
Según ha explicado Fontán, la obesidad en mujeres puede causar problemas en la ovulación y ciclos menstruales irregulares, se relaciona con el síndrome de ovario poliquístico (SOP), que provoca a su vez problemas de fertilidad, y aumenta el riesgo de aborto espontáneo. El bajo peso, por su parte, puede causar alteraciones en la menstruación, que retrasa su primera aparición en mujeres de bajo peso, en las que también puede ausentarse durante periodos prolongados.
Por lo que respecta a los hombres, la obesidad puede afectar a la calidad y al volumen seminal, disminuyendo la concentración de espermatozoides. Además, el aumento del tejido graso puede reducir los niveles de testosterona y la temperatura testicular, lo que va en detrimento igualmente de la calidad del semen.
Además de mantener un peso saludable, algunos alimentos pueden mejorar el proceso reproductivo debido a sus componentes. En concreto, la experta ha apuntado que aquellos que contienen zinc, como la carne magra, pollo, marisco o huevos, contribuyen a la adecuada división celular; y los ricos en fibra, como el germen de trigo, salvado, las alcachofas o las espinacas, reducen el riesgo de padecer ovario poliquístico.
También son recomendables al comienzo del embarazo los alimentos que contienen hierro, como la carne magra, el pescado o los huevos, para evitar la anemia y obtener energía; mientras que los ricos en calcio, como los productos lácteos o verduras como las espinacas o la col, son esenciales para el sistema circulatorio, nervioso y los músculos, y aquellos con ácido fólico ayudan al control hormonal y el desarrollo fetal.
Los antioxidantes que se encuentran en frutas como las naranjas, limones o kiwis, y en verduras, como el brócoli o la coliflor, protegen las células del daño de los radicales libres. A su vez, el omega-3, presente en marisco, salmón, sardinas o nueces, es fundamental para el equilibrio hormonal y la salud de los ovarios.
PLANIFICAR UN MENÚ SEMANAL
Teniendo en cuenta esta información alimentaria, Fontán ha recomendado a quienes buscan el embarazo planificar un menú semanal con los alimentos que se sabe que mejoran la fertilidad e incluir en el mismo un consumo de proteínas de entre 0,9 y 1,5 gramos por kilogramo de peso al día, así como fruta, verduras, hortalizas, cereales, productos lácteos y aceite de oliva.
Del mismo modo, ha aconsejado adaptar la frecuencia de comidas a las necesidades personales, con el objetivo de evitar llegar a cada ingesta con hambre excesiva, y combinar en cada comida proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables, evitando alimentos precocinados y fritos.
Asimismo, ha sugerido seguir una buena hidratación, evitando refrescos con azúcar y sin abusar de bebidas alcohólicas. Sobre todo, ha hecho hincapié en que se debe disfrutar del momento de la comida y probar alimentos nuevos.