MADRID, 24 Ene. (EDIZIONES) -
Aunque las cifras varían mucho, sí se sabe que entre el 25 y el 50% de las presonas con Parkinson en algún momento de su enfermedad presentarán alucinaciones, sobre todo visuales, aunque todo depende de la fase de la enfermedad.
"No es lo mismo en las fases iniciales del Parkinson, que en las avanzadas, y son bastante frecuentes. Sobre todo, las ilusiones de presencia o de pasaje, esa sensación de que había una persona o un animal que te ha pasado cerca, de que alguien había ahí, y que ahora no está", reconoce en una entrevista con Europa Press Infosalus el doctor Álvaro Sánchez Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Así, precisa este experto que las alucinaciones y los delirios no son iguales, ni tampoco tienen por qué ir de la mano. Precisa que las alucinaciones representan cosas que ven los pacientes pero que realmente no están, es una "percepción no real y visual de una presencia, de un insecto, de animales, que no tiene por qué siempre ir de la mano de un delirio".
Concreta que los delirios son ideas fuera de la realidad, como pensar que le persiguen, por ejemplo, o que tiene escuchas en su casa, o bien celos hacia la pareja; "a veces sí se juntan, pero no tienen por qué", puntualiza el doctor Sánchez Ferro.
FRUTO DE ALTERACIONES EN EL CEREBRO Y DE LA MEDICACIÓN
La razón de la aparición de estos fenómenos en la enfermedad del Parkinson radica en que se produce una alteración en determinados circuitos cerebrales relacionados con este tipo de funciones, con la percepción de la realidad, y del control visual: "Si estos circuitos están afectados por el proceso del Parkinson pueden surgir, aunque no tienen por qué suceder en todos los pacientes".
También dice que la medicación lo puedo favorecer, por una estimulación delos mecanismos dopaminérgicos relacionados con ello; si bien matiza este neurólogo que "no es que la medicación la produzca 'per se', aunque suelen ser frecuentes cuando se emplean los agonistas dopaminérgicos sobre todo.
LA ENFERMEDAD NO SE HA DESCONTROLADO
Aquí, el coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología subraya que su presentación no tiene por qué ser siempre sinónimo de que la enfermedad del Parkinson haya avanzado o esté descontrolada, aunque reconoce que las alucinaciones y los delirios son más habituales en las fases avanzadas de la enfermedad, y no en las iniciales.
"Las alucinaciones sí están relacionadas con el tiempo de evolución de la enfermedad, pero no necesariamente a veces representa un marcador de avance de enfermedad, no debe asociarse a que la enfermedad se haya descontrolado tampoco", remarca el doctor Sánchez Ferro.
MANEJO DE LAS ALUCIONACIONES Y DE LOS DELIRIOS EN PÁRKINSON
Con todo ello, este neurólogo explica que, ante la aparición de estos fenómenos, hay varias opciones, sin comprometer la efectividad del tratamiento motor: "Normalmente, si no son muy molestas, lo más importante es informar y educar a la persona y a la familia que están un poco experimentando este síntoma, que es una manifestación relacionada con la enfermedad. Las alucinaciones 'per se' hay personas a las que les asusta mucho, por eso es importante que entiendan las causas. Esto les ayuda a naturalizar y a dejar de pensar que se están volviendo locos, y explicar que es un proceso que se relaciona con la afectación del cerebro y que lo entiendan".
Pero si llega un punto en el que éstas se convierten en algo realmente molesto y desagradable se suele prescribir medicación, según reconoce este experto, como el cambiar el tratamiento farmacológico que se esté empleando para favorecer que haya menos síntomas de este calaje, pero también el empleo de fármacos neurolépticos determinados que no afecten al componente motor, como la 'quetiapina'; y a veces bajar la dosis de fármaco, entre otras opciones.
HAY QUE AYUDAR A QUIEN LO PADECE
Este miembro de la Sociedad Española de Neurología reconoce que la gran mayoría de los pacientes suele vivir estos episodios de manera desagradable, algo que les suele generar más estrés del que ya presentan por la propia enfermedad.
Realmente indica que en la actualidad no hay una terapia preventiva al respecto, pero si aconseja tener cuidado con el manejo de la enfermedad, para no favorecerlas: "A nivel general, en Parkinson sí se sabe que tanto el ejercicio físico, como seguir una dieta adecuada hacen que la enfermedad tenga una evolución más benigna, y consiga que vaya lo más lento posible y estas manifestaciones aparezcan lo más tarde posible".
En último lugar, el doctor Sánchez Ferro hace hincapié en la necesidad de ayudar a los enfermos de Parkinson, en hacerles ver que se trata de una conducta normal dentro de la enfermedad y que pueden manifestar naturalmente. "Estas personas se van a comportar bien y tranquilas, y se les debe ayudar a manifestarlo. Se debe rechazar el estigma actual sobre la enfermedad mental y neurológica", concluye este experto.