MADRID 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores de la Universidad Médica y Dental de Tokio (Japón) ha descubierto que variantes genéticas conocidas podrían explicar una gran parte de las enfermedades renales crónicas de origen incierto sin diagnosticar.
La enfermedad renal crónica es muy frecuente entre los adultos y afecta a más de 800 millones de personas en todo el mundo. Muchos de estos pacientes acaban necesitando una terapia para complementar o sustituir las funciones renales, como la diálisis o el trasplante de riñón.
Aunque la mayoría de los casos de ERC se originan por factores relacionados con el estilo de vida o enfermedades como la diabetes y la hipertensión, las causas subyacentes de la ERC siguen siendo desconocidas para aproximadamente una de cada diez personas con insuficiencia renal terminal
En el estudio, publicado en 'Kidney International Reports', los investigadores adquirieron datos de 1.164 pacientes que se sometieron a diálisis en cuatro clínicas diferentes de la prefectura de Kanagawa durante noviembre de 2019. De esta cohorte multicéntrica, los investigadores filtraron a los adultos mayores de 50 años, ya que las personas de esa edad tienen una menor incidencia de enfermedades renales hereditarias. A continuación, filtraron a los pacientes que tenían una causa aparente para su ERC, dejando 90 adultos con ERC de origen desconocido que habían dado su consentimiento para las pruebas genéticas.
"Realizamos un análisis exhaustivo de 298 genes responsables de diversas enfermedades renales hereditarias mediante secuenciación de nueva generación", explica el autor principal, el doctor Takuya Fujimaru. "Entre ellas figuraban la poliquistosis renal, las ciliopatías relacionadas con la nefronoptisis, la enfermedad renal tubulointersticial autosómica dominante, la glomeruloesclerosis segmentaria focal, el síndrome de Alport y el síndrome urémico hemolítico atípico", añade.
Los resultados revelaron que 10 de los 90 pacientes (el 11% de la cohorte final) presentaban variantes patogénicas en los genes causantes de la ERC. Es importante señalar que, en el caso de estos pacientes, el diagnóstico clínico en el momento de la diálisis era incorrecto. Lo más destacable fue que algunas de las enfermedades renales hereditarias contempladas en este estudio, como la enfermedad de Fabry y el síndrome de Alport, podían diagnosticarse y tratarse precozmente para ralentizar o detener la progresión de la ERC.
Además de estos hallazgos, los investigadores determinaron que 17 pacientes (18,9%) presentaban variantes genéticas de significado desconocido (VUS) con una alta probabilidad de afectación patológica. Aunque la relación entre estas variantes y las enfermedades renales no está clara, no deben ignorarse ni tomarse a la ligera.
"Aunque actualmente se desconoce la interpretación de estas VUS, es posible que algunas de ellas sean responsables de la ERC", comenta el autor principal del estudio, el doctor Takayasu Mori. "Así pues, las verdaderas enfermedades renales hereditarias podrían subyacer en muchos más casos de los previstos", afirma.
Este estudio constituye uno de los mayores análisis genéticos exhaustivos del mundo de pacientes con insuficiencia renal terminal utilizando datos clínicos. Como tal, las conclusiones derivadas de los resultados pueden tener importantes implicaciones en la forma de diagnosticar y tratar la ERC en adultos.
"Cuando se desconoce la enfermedad primaria subyacente a un caso de ERC, el análisis genético podría conducir a un diagnóstico preciso y a un tratamiento adecuado antes de que la enfermedad progrese, lo que con suerte podría resultar en una disminución del número de pacientes que requieren diálisis", destaca el autor principal, el doctor Eisei Sohara. "Así pues, se recomienda un análisis genético proactivo en pacientes adultos sin una causa definitiva de ERC", añade.