MADRID 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación ha demostrado que un simple análisis de sangre cada cinco años es suficiente para detectar cáncer de próstata en hombres de bajo riesgo. El análisis de sangre PSA comprueba el nivel del antígeno prostático específico, un marcador del cáncer de próstata. En Europa, sólo Lituania realiza pruebas rutinarias de detección de cáncer de próstata en los hombres basándose en sus niveles de PSA, ya que históricamente la prueba no se ha considerado suficientemente fiable.
Se trata de la conclusión de un estudio alemán, presentado en el Congreso de la Asociación Europea de Urología (EAU) en París, que involucró a más de 12.500 hombres de entre 45 y 50 años que participaron en el ensayo PROBASE en curso, que está probando diferentes protocolos de detección del cáncer de próstata. La investigación también ha sido aceptada para su publicación en 'European Urology'.
PROBASE está reclutando hombres de 45 años y dividiéndolos en tres grupos según su prueba inicial de PSA. Los hombres con un nivel de PSA inferior a 1,5 nanogramos por mililitro (ng/ml) se consideran de bajo riesgo y se les realiza un seguimiento con una segunda prueba después de cinco años. Los hombres con un nivel de PSA entre 1,5 y 3 ng/ml se consideran de riesgo intermedio y se les realiza un seguimiento de dos años. Aquellos con un nivel de PSA superior a 3 ng/ml se consideran de alto riesgo y se les realiza una resonancia magnética y una biopsia.
De los más de 20.000 hombres reclutados para el ensayo y considerados de bajo riesgo, 12.517 se han sometido a su segunda prueba de PSA a los 50 años. Los investigadores encontraron que sólo el 1,2% de ellos (146 en total) tenían niveles altos de PSA (más de 3 ng/ml) y fueron remitidos para una resonancia magnética y una biopsia. Posteriormente se descubrió que sólo 16 de estos hombres tenían cáncer: sólo el 0,13% del total de la cohorte.
La Asociación Europea de Urología (EAU por sus siglas en inglés) recomienda ofrecer a los hombres una estrategia adaptada al riesgo (basada en el nivel inicial de PSA), con intervalos de seguimiento de 2 años para aquellos inicialmente en riesgo, en la que se incluyan hombres con PSA superior a 1 ng/ml. Los nuevos hallazgos sugieren que el intervalo de detección para aquellos con bajo riesgo podría ser mucho más largo con un riesgo adicional mínimo.
El investigador principal, el profesor Peter Albers, del Departamento de Urología de la Universidad Heinrich-Heine de Düsseldorf (Alemania), explica: "Al elevar el nivel de riesgo bajo de 1 ng/ml a 1,5, permitimos que un 20% más de hombres dentro de nuestra cohorte tuvieran una brecha más larga entre las pruebas y muy pocos contrajeron cáncer en ese tiempo. Con casi 14 millones de hombres de entre 45 y 50 años en Europa, las cifras afectadas por tal cambio serían significativas. Nuestro estudio aún está en marcha y es posible que descubramos que es posible realizar un intervalo de detección aún más largo, de siete, ocho o incluso diez años, sin riesgos adicionales".
Las directrices y políticas actuales de los gobiernos y organismos sanitarios europeos siguen siendo contradictorias y poco claras, lo que da lugar a altos niveles de pruebas oportunistas y desigualdad en el acceso al diagnóstico precoz, según nuevas investigaciones presentadas en el Congreso de la EAU. El estudio revisó las políticas de detección temprana en toda la Unión Europea y llevó a cabo grupos focales con urólogos para identificar cómo se interpretaban las directrices en la práctica clínica.
A este respecto, Katharina Beyer, del Departamento de Urología del Instituto del Cáncer Erasmus MC en Rotterdam en Países Bajos, que también participó en la investigación, comenta: "Las directrices de algunos países están activamente en contra de la detección, otros no son vinculantes y unos pocos, como Lituania, tienen alguna forma de detección. Pero en muchos países, si solicitas una prueba, puedes hacértela, a veces gratis y otras no. Esto significa que los hombres bien educados que conocen las pruebas de PSA tienen más probabilidades de ser examinados y recibir un diagnóstico temprano, mientras que otros con menos conocimientos están en desventaja".
Es por ello que los investigadores concluyen que existe una necesidad de una detección más organizada del cáncer de próstata. De hecho, el noviembre pasado, el gobierno del Reino Unido y la organización benéfica Prostate UK anunciaron un programa de investigación de 42 millones de libras esterlinas para analizar este tema. Los detalles de este programa pronto deberían hacerse públicos.
"Cada país deberá diseñar un programa de detección que se ajuste a su sistema de salud y a los recursos de los que dispone. Pero todavía hay mucho que podemos aprender de otros países y del trabajo en marcha en la UE. Los nuevos hallazgos, como los del ensayo PROBASE, pueden ayudarnos a diseñar un programa de detección apropiado tanto en el Reino Unido como en otros lugares", concluyen los investigadores.