MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un artículo publicado por investigadoras del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII ha llevado a cabo un análisis estadístico en torno a la efectividad de las medidas no farmacológicas instauradas para reducir los contagios en siete provincias españolas (Barcelona, Coruña, Madrid, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza) durante la segunda ola de COVID-19, que tuvo lugar durante el segundo semestre del año 2020.
Los resultados, que se han publicado recientemente en la revista 'Eurosurveillance', se complementan con los de otro artículo publicado a principios de año en la revista 'BMC Public Health' en torno a restricciones más específicas de la Comunidad de Madrid.
El equipo de investigadoras ha basado el trabajo en el análisis de la evolución del número reproductivo Rt, que mide la capacidad y velocidad de transmisión del virus, y cómo ha evolucionado ante diversas medidas de salud pública asumidas en estas provincias. El objetivo es obtener conocimiento que permita valorar la idoneidad de estas medidas en la toma de decisiones de salud pública.
Para realizar este análisis se han valido del denominado 'Índice de severidad', un indicador que resume el nivel de restricciones activas en cada momento del tiempo durante la pandemia. Las investigadoras han utilizado modelos estadísticos que permiten cuantificar complejos efectos que combinan los diferentes factores que influyen en la transmisión del virus en escenarios de medidas de restricción.
En concreto, el análisis ha identificado que las medidas más efectivas para reducir la transmisión fueron la existencia de horas de cierre tempranas para los negocios no esenciales, el número limitado de personas en encuentros sociales y el aforo reducido en negocios de restauración.
Por el contrario, las restricciones de movilidad entre provincias y comunidades autónomas no mostraron un efecto estadísticamente significativo sobre el número de contagios, y se detectó un ligero aumento del Rt con la instauración de los toques de queda, que podría deberse a un posible aumento de los encuentros sociales en domicilios e instalaciones privadas ligado a esta restricción. Los datos sugieren también que los cierres parciales por zonas básicas de salud no contribuyeron a la reducción de la transmisión.
Otro de los resultados apunta hacia una pequeña reducción media de 0.16 puntos en el Rt por cada unidad de Índice de Severidad, que sugiere que los paquetes globales de medidas instaurados por las comunidades autónomas fueron efectivos; es decir, independientemente del efecto particular de cada una de las medidas, el resultado general indicaría una contribución significativa del uso global de todas ellas en el control del número de contagios y de la pandemia.