VALÈNCIA 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
La anemia de las enfermedades crónicas es la segunda causa más frecuente de anemia tras la anemia ferropénica y la más observada en pacientes hospitalizados, según explica la doctora Lissbett Suárez González, hematóloga del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre.
La anemia de enfermedades o trastornos crónicos (ATC), también llamada anemia de la inflamación, puede observarse con más frecuencia en pacientes de edad avanzada, en mayores de 65 año, con ciertas afecciones crónicas.
Estas afecciones, según indica la doctora en un comunicado difundido por el grupo, son enfermedades oncológicas, onco-hematológicas, endocrinopatías, infecciosas, enfermedad renal crónica, hepatopatías, enfermedades neurodegenerativas, trauma severo, quemaduras y ulceraciones cutáneas extensas, entre otras. Por ello, ha recalcaod que el diagnóstico precoz de la anemia ya sea de forma aislada, casual o en contexto de otra enfermedad es "muy importante para su correcta interpretación diagnóstica y tratamiento".
En este tipo de anemia existe una mala distribución del hierro y los síntomas y signos de los pacientes dependen de la enfermedad de base, ha señalado. Así, suele prevalecer la clínica del trastorno de base sobre la clínica del síndrome anémico o solaparse ambas. Por esta razón, es "clave" el diagnóstico previo y el control por parte del profesional de la enfermedad de base.
"Cansancio, mareo, cefalea, palpitaciones, fatiga, calambres, labilidad emocional, depresión, palidez cutánea, taquicardia pueden ser algunos de los síntomas ante los que conviene acudir a consulta", ha apuntado la doctora.
DIAGNÓSTICO
Los exámenes que se pueden hacer para diagnosticar la anemia o descartar otras causas incluyen el conteo sanguíneo completo (CSC) o hemograma; herramienta básica que aporta información muy valiosa, conteo de reticulocitos, frotis de sangre periférica, metabolismo del hierro: hierro sérico, ferritina sérica, índice de saturación de transferrina, transferrina, proteína C reactiva, función renal, hepática, tiroidea, entre otros.
En ese sentido, ha apntado que "suele observarse aumento de ferritina con valores disminuidos de hierro sérico e índice de saturación de transferrina" y ha subrayado que "el estudio de médula ósea se realiza en aquellos casos que exista alta sospecha diagnóstica de patología onco-hematológica como síndrome mielodisplásico, mieloma múltiple, entre otros".
TRATAMIENTO
La especialista ha señalado que hay un consenso para el tratamiento de la anemia de la inflamación. Así, es un tipo de anemia que los pacientes suelen tolerar sin necesidad de requerimientos transfusionales, salvo casos "muy puntuales".
"Básicamente está dirigido a la corrección del trastorno subyacente que provoca la anemia, -ha comentado la hematóloga-; por ejemplo, en casos relacionados con enfermedad renal crónica con hemoglobina <10g/dL, el uso de agentes estimulantes de la eritropoyesis debe ser considerado.
En este tipo de pacientes el uso concomitante de hierro tiene indicaciones precisas. Se prefiere su uso por vía intravenosa ya que tienen menos tolerancia oral y mala absorción oral debido al bloqueo de la expresión de una proteína transportadora de hierro: ferroportina".