Los animales que comemos podrían provocar una nueva pandemia por resistencia a los antimicrobianos

Archivo - Alimentos que contienen proteínas.
Archivo - Alimentos que contienen proteínas. - ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 22 agosto 2024 11:01

MADRID 22 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los investigadores de la Universidad de Rmit (Australia) advierten que los animales que se comen podrían ser la puerta de entrada a una pandemia en forma de resistencia a los antimicrobianos, desatando una ola de superbacterias mortales, según publican en el 'International Journal of Food Science and Technology'.

"Estamos a punto de sufrir una gran pandemia en forma de resistencia a los antimicrobianos", afirma el biocientífico profesor Rajaraman Eri, decano asociado de Biociencias y Tecnología de los Alimentos en el RMIT y también veterinario. "Nos enfrentaremos a una situación en la que el mundo se quedará sin antibióticos. Eso significa que no podremos tratar las infecciones", añade.

Asia es un foco de resistencia a los antimicrobianos en los animales, y el sudeste asiático es el epicentro, afirma el equipo.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en la región hay más de 2.900 millones de pollos, 258 millones de patos, 7 millones de vacas, 15,4 millones de búfalos, 77,5 millones de cerdos, 13,7 millones de ovejas y 30,6 millones de cabras.

"La ganadería, principalmente para pequeños productores, genera empleo e ingresos adicionales, mejora los componentes dietéticos y la seguridad nutricional de los hogares y brinda alimentos y bienestar económico a sus respectivas naciones", señala Sundram, quien contribuyó a la investigación mientras estaba en la Universidad de Chiang Mai en Tailandia.

El artículo de investigación destaca los desafíos del Sudeste Asiático asociados con la resistencia a los antimicrobianos y los residuos en los animales, y señala la necesidad de diferenciar ambos conceptos.

La resistencia se produce cuando los microorganismos desarrollan resistencia a los agentes antimicrobianos a los que están expuestos.

"En la granja, la presencia de antibióticos en los alimentos, el suelo, el agua de escorrentía y los desechos animales puede contribuir al desarrollo de esta resistencia", señala la microbióloga Charmaine Lloyd de la Universidad RMIT de Australia Lloyd.

"El uso excesivo y el uso indebido de medicamentos antimicrobianos, especialmente para promover el crecimiento en animales sanos, han provocado un aumento en la tasa de resistencia. Dado que las bacterias resistentes en los animales pueden transferirse a los humanos a través de la cadena alimentaria o por contacto directo, esta vía de transmisión resalta la conexión entre la salud humana y animal, enfatizando la necesidad de abordar la resistencia a los antimicrobianos en los animales destinados al consumo humano", añade Lloyd.

Los residuos de animales destinados a la alimentación son restos de medicamentos, pesticidas y otras sustancias químicas que persisten en los tejidos o productos animales después de la administración o exposición a estas sustancias.

"Los residuos de medicamentos veterinarios suelen surgir del uso excesivo e inadecuado de agentes antimicrobianos, promotores del crecimiento y otros medicamentos veterinarios en las prácticas de cría de animales", apuntan.

El equipo tiene seis recomendaciones para los responsables de las políticas en los países de la ASEAN para abordar la resistencia a los antimicrobianos y los residuos en los animales destinados al consumo humano.

Las recomendaciones incluyen: reconocer la diferencia entre residuo y resistencia, para abordar los desafíos de la resistencia con las intervenciones adecuadas en los animales destinados al consumo humano del Sudeste Asiático; colaborar a nivel regional y desarrollar estrategias personalizadas para abordar los brotes de enfermedades, las preocupaciones ambientales, los niveles de residuos y la resistencia a los antimicrobianos; implementar campañas de concientización específicas para cada país, una vigilancia sólida de los residuos y la resistencia, reglamentaciones apropiadas y un uso responsable de los antimicrobianos, para reducir los riesgos de resistencia.

Asimismo, incluye fomentar la cooperación internacional y las iniciativas para abordar la resistencia de manera integral, garantizando un frente unido contra los residuos y la resistencia; fortalecer los sistemas de salud pública y la preparación; y promover la innovación y la investigación en soluciones antimicrobianas alternativas, prácticas agrícolas sostenibles y diagnósticos avanzados, para mantenerse a la vanguardia de los desafíos cambiantes.