MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes a los que se les prescriben antibióticos en el hospital son más propensos a contraer infecciones fúngicas debido a la alteración del sistema inmunitario en el intestino, según un nuevo estudio de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) y los Institutos Nacionales de Salud y publicado en la revista 'Cell Host and Microbe'.
Según los investigadores, el uso de fármacos que refuercen el sistema inmunitario junto con los antibióticos podría reducir los riesgos para la salud de estas complejas infecciones.
La candidiasis invasiva, una infección fúngica potencialmente mortal, es una de las principales complicaciones para los pacientes hospitalizados a los que se les administran antibióticos para prevenir la sepsis y otras infecciones bacterianas que se propagan rápidamente por los hospitales (como la 'C. diff'). Las infecciones fúngicas pueden ser más difíciles de tratar que las bacterianas, pero los factores subyacentes que las causan no se conocen bien.
Un equipo del Instituto de Inmunología e Inmunoterapia de la Universidad, en colaboración con investigadores de los Institutos Nacionales de Salud, descubrió que los antibióticos alteran el sistema inmunitario en el intestino, lo que significa que las infecciones fúngicas se controlan mal en esa zona.
Inesperadamente, el equipo también descubrió que en los lugares donde se desarrollaban las infecciones fúngicas, las bacterias intestinales también podían escapar, lo que suponía un riesgo adicional de infección bacteriana.
El estudio demuestra el potencial de los fármacos que refuerzan el sistema inmunitario, pero los investigadores afirman que su trabajo también pone de manifiesto cómo los antibióticos pueden tener efectos adicionales en nuestro organismo que afectan a la forma en que combatimos las infecciones y las enfermedades. Esto, a su vez, subraya la importancia de una cuidadosa administración de los antibióticos disponibles.
La autora principal, la doctora Rebecca Drummond, explica que ya sabían que los antibióticos empeoran las infecciones fúngicas, "pero el descubrimiento de que las coinfecciones bacterianas también pueden desarrollarse a través de estas interacciones en el intestino fue sorprendente. Estos factores pueden dar lugar a una situación clínica complicada, y al comprender estas causas subyacentes, los médicos podrán tratar mejor a estos pacientes", añade.
En el estudio, el equipo utilizó ratones tratados con un cóctel de antibióticos de amplio espectro y luego infectó a estos animales con 'Candida albicans', el hongo más común que causa la candidiasis invasiva en los seres humanos. Comprobaron que, aunque los ratones infectados presentaban una mayor mortalidad, ésta se debía a la infección en el intestino, y no en los riñones u otros órganos.
En un paso más, el equipo determinó qué partes del sistema inmunitario faltaban en el intestino tras el tratamiento con antibióticos, y luego se las devolvió a los ratones utilizando fármacos de refuerzo inmunitario similares a los utilizados en humanos. Descubrieron que este método ayudaba a reducir la gravedad de la infección fúngica.
Los investigadores realizaron un seguimiento del experimento estudiando los registros hospitalarios, donde pudieron demostrar que podrían producirse coinfecciones similares en los seres humanos después de haber sido tratados con antibióticos.
"Estos resultados demuestran las posibles consecuencias del uso de antibióticos en pacientes con riesgo de desarrollar infecciones fúngicas --añade Drummond--. Si limitamos o cambiamos la forma en que prescribimos los antibióticos, podemos ayudar a reducir el número de personas que enferman gravemente por estas infecciones adicionales, además de atajar el enorme y creciente problema de la resistencia a los antibióticos".