MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores de Rutgers Health (Estados Unidos) han demostrado que la clorciclizina, un antihistamínico usado para la alergia, tiene el potencial de tratar complicaciones hepáticas en caso de sufrir protoporfiria eritropoyética, una afección que crea una sensibilidad extrema a la luz en la piel y puede producir niveles tóxicos de protoporfirina en el hígado, la médula ósea, los glóbulos rojos y el plasma.
"Existe una necesidad insatisfecha para estos pacientes. El tratamiento principal para los pacientes con daño hepático grave es el trasplante de hígado, que es una cirugía importante que salva vidas y que depende de la disponibilidad de órganos de donantes", ha afirmado el vicerrector principal de asuntos académicos e investigación en Rutgers Health y autor principal del estudio, Bishr Omary.
Debido a que la protoporfiria eritropoyética es una afección rara y que tan solo un pequeño porcentaje sufre un daño hepático suficiente como para requerir un trasplante, es poco probable que alguna empresa busque desarrollar un fármaco para tratar la enfermedad, razón por la que Omary y sus compañeros se han centrado en probar medicamentos ya existentes.
El estudio, publicado en la revista 'Cellular and Molecular Gastroenterology and Hepatology', ha analizado más de 2.500 compuestos en un sistema experimental de protoporfiria eritropoyética con larvas de pez cebra, unos peces "diminutos" que permiten visualizar "fácilmente" la acumulación de compuestos tóxicos y probar posibles tratamientos.
"Los peces cebra son transparentes en su etapa larvaria, y eso nos permite cuantificar y visualizar la porfirina, que es fluorescente. Fue fácil evaluar cada tratamiento bajo el microscopio. Si veía porfirina brillante, el tratamiento no funcionaba. Si no lo hacía, el tratamiento había permitido que el hígado la excretara en el medio de cultivo de peces", ha afirmado el primer autor del estudio, Ning Kuo.
Al probar este medicamento en ratones con protoporfiria eritropoyética, los científicos descubrieron que solo los ratones hembra experimentaban una reducción de la acumulación de protoporfirina hepática y daño hepático, una disminución de la protoporfirina en la médula ósea y los glóbulos rojos, y un aumento de la excreción de protoporfirina en las heces, un efecto específico del sexo parece estar relacionado con la rapidez con la que los machos metabolizan el fármaco.
"En ratas, la clorciclizina se metaboliza ocho veces más en los hígados de los machos que en los de las hembras. Afortunadamente, no conocemos diferencias similares en el metabolismo de la clorciclizina en los seres humanos", ha expresado Omary.
El equipo ha logrado replicar los hallazgos en un modelo de ratón con protoporfiria eritropoyética inducida por toxinas independiente, y han demostrado en modelos de cultivo de células hepáticas con protoporfiria eritropoyética que la vía de la histamina promueve la acumulación de porfirina, que está bloqueada por las clases de fármacos antihistamínicos de venta libre que tratan la alergia (como la clorciclizina o la fexofenadina) o que limitan la producción de ácido (la cimetidina o la ranitidina).
Un análisis detallado ha mostrado que la clorciclizina parece funcionar a través de múltiples mecanismos, incluyendo ayudar al hígado a eliminar la acumulación tóxica de porfirina y reducir la inflamación, e incluso disminuyendo la presencia de mastocitos, un tipo de célula inmune que produce histamina.
Para los pacientes con esta enfermedad, los hallazgos podrían eventualmente conducir a una opción de tratamiento "mucho más simple" que el trasplante, pues se previene el daño hepático en una etapa mucho más temprana; además, el hecho de que los medicamentos antihistamínicos para la alergia se hayan utilizado de manera segura durante décadas puede ayudar a acelerar el camino hacia los ensayos clínicos para este nuevo uso.
De hecho, los investigadores esperan asegurar el apoyo para un ensayo clínico para probar la efectividad de la clorciclizina en estos pacientes tanto para la afectación hepática como cutánea, y ya se encuentra en marcha un ensayo clínico de fase 2 que prueba el antiácido cimetidina para tratar las manifestaciones cutáneas de la PPE.
"Dada su seguridad bien establecida, esperamos acelerar los ensayos de clorciclizina ya sea sola o en combinación con cimetidina", ha concluido Kuo.