Apnea del sueño: Consejos para tratarla y prevenirla

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Publicado: lunes, 13 marzo 2023 19:03


MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

Con motivo del Día Mundial del Sueño, que se celebra este próximo viernes, el doctor Julio Maset, médico de Cinfa, advierte de que "cuatro de cada cinco personas con este trastorno no han sido diagnosticadas y, por tanto, no están recibiendo un tratamiento adecuado para aliviar sus síntomas".

La apnea del sueño es un trastorno respiratorio bastante frecuente y a menudo crónico, que provoca interrupciones en la respiración mientras se duerme. Durante estas pausas o apneas, que pueden durar desde unos segundos hasta dos minutos y repetirse treinta o más veces a la hora, el aire no llega a los pulmones. Cuando la persona vuelve a respirar, es habitual que emita un ronquido o ruido fuerte. Además de perturbar el sueño, estas pausas también disminuyen el oxígeno en sangre y aumentan el dióxido de carbono.

Como explica el doctor Maset, "la causa más frecuente de estas pausas es la apnea obstructiva, causada por el cierre de las vías respiratorias superiores --fosas nasales, boca, faringe y laringe--, durante el sueño. Estas pueden quedar obstruidas por la lengua, las amígdalas y la úvula o campanilla, cuando se acumula mucosidad o tejido graso en la garganta o si los músculos de esta se relajan demasiado".

La apnea del sueño suele ser detectada por la pareja, compañero de habitación o de piso. Normalmente la respiración se hace anormalmente lenta o superficial hasta detenerse durante hasta un minuto y reanudarse súbitamente. "Los ronquidos son habituales, así como jadeos o despertar súbito, el cansancio y somnolencia, la boca seca o dolor de garganta al despertar", comenta Maset.

Junto a la hipopnea --en la que la obstrucción de las vías respiratorias es parcial--, la apnea forma parte de la enfermedad conocida como síndrome de apnea-hipopnea del sueño. "Además de tener consecuencias respiratorias, cardiovasculares, metabólicas e inflamatorias, la apnea-hipopnea del sueño impide un descanso de calidad, por lo que la persona con este trastorno suele sentirse somnolienta y fatigada al día siguiente", añade el experto de Cinfa. Padecer este síndrome aumenta también la tendencia a la depresión y puede afectar al rendimiento académico o laboral.

HÁBITOS DE VIDA Y USO DE PRESIÓN POSITIVA PARA TRATAR ESTE PROBLEMA

Como destaca el doctor Julio Maset, "si se sigue el tratamiento, el pronóstico es excelente y se pueden prevenir las complicaciones más graves". El tratamiento se enfoca en los factores controlables como peso, tabaquismo, consumo de alcohol o postura y la práctica de ejercicio físico. Además, se puede emplear en caso de apnea leve o moderada, un sistema de presión positiva (CPAP). Se trata de una mascarilla que introduce una leve presión positiva durante su uso, manteniendo las vías respiratorias abiertas. También las prótesis bucales extraíbles pueden ayudar evitando que la lengua caiga hacia atrás, obstruyendo la garganta. En ciertos casos es necesaria la cirugía para, por ejemplo, corregir una desviación del tabique nasal o extirpar las amígdalas o posibles pólipos, que pueden ser la causa de este síndrome.

Así las cosas, el doctor ofrece diez consejos para para prevenir la apnea del sueño. En primer lugar, cuidar la higiene del sueño, durmiendo el número suficiente de horas y manteniendo horarios regulares, tanto para irse a dormir como para levantarse. También aconseja evitar las siestas largas durante el día y comer y beber grandes cantidades durante las tres horas previas a ir a la cama.

Dormir de lado es otro de los consejos. "El decúbito lateral es la mejor postura para mantener lo más liberadas posibles las vías respiratorias, de manera que no se interrumpa la respiración", comenta Maset, para añadir que es mejor intentar no permanecer tumbado directamente sobre la espalda. "Prueba a dormir con almohadas especiales que favorecen el paso a dormir de lado", recomienda.

También es beneficioso mantener las vías nasales despejadas durante la noche e intentar tener un peso saludable. "Si sufres obesidad o sobrepeso, trata de regresar a tu peso ideal. El sobrepeso y la obesidad son un factor claro en la aparición de apneas. Para ello, sigue una dieta variada y equilibrada. Apuesta por las cenas ligeras y asegúrate de hacerlo, al menos, dos o tres horas antes de acostarte", recuerda.

En este sentido, recomienda la práctica deportiva. Además de evitar el exceso de peso, ayuda a controlar la respiración. Sin embargo, llama a evitar realizarlo durante las tres horas antes de dormir, porque su efecto excitante podría hacerte más difícil conciliar el sueño.

Dejar de fumar es otro de los consejos, ya que el tabaco deteriora el estado de las vías respiratorias y puede agravar la apnea del sueño. También hay que evitar las bebidas alcohólicas por la noche para ayudar a prevenir los síntomas o, incluso, la aparición del trastorno.

Por otro lado, Maset asegura que algunos fármacos inductores del sueño, como las benzodiacepinas, hacen que el organismo disminuya su respuesta a la falta de oxígeno en sangre cuando ocurren apneas, por lo que es preferible no utilizarlos. "Nunca tomes estos fármacos sin haber consultado a tu médico y además estudiar la posibilidad de otras medidas o fármacos diferentes si requieres ayuda para dormir", aconseja.

Finalmente, ante la duda, es preciso consultar al especialista si se presentan síntomas compatibles con este trastorno. Además del síndrome de apnea, pueden existir otras causas que provoquen un exceso de somnolencia diurna.

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