Apnea del sueño
HOSPITAL BELLVITGE
Actualizado: martes, 29 agosto 2017 18:17


LOS ÁNGELES, 29 Ago. (Reuters/EP) -

Investigadores de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) han descubierto que las personas que sufren problemas respiratorios por la noche, tales como apnea del sueño, tienen hasta un 26 por ciento de probabilidades de acabar desarrollando deterioro cognitivo.

Así se desprende de una revisión de estudios con más de 4,2 millones de participantes que publica la revista 'JAMA Neurology', cuyos resultados "pueden ser importantes para la detección precoz de la demencia", según ha destacado Yue Leng, principal autora del estudio.

Además, añade esta experta, los problemas respiratorios durante el sueño "son tratables" por lo que, si consiguen corregirse, "también podría ayudar a los afectados a reducir su riesgo de demencia a largo plazo".

En los estudios más pequeños incluidos en el análisis, el mayor riesgo de deterioro cognitivo asociado con los problemas para respirar por la noche varió del 23 al 86 por ciento.

Y cuando los investigadores analizaron el riesgo aumentado en todos los estudios más pequeños con un diseño similar, excluyendo uno que se hizo cuya metodología fue muy diferente al resto, el riesgo aumentado general de deterioro cognitivo asociado con los trastornos respiratorios del sueño fue del 35 por ciento.

Los problemas respiratorios también se asociaron con una "función ejecutiva" ligeramente peor, lo que afecta a los procesos mentales involucrados en la planificación, atención o a la hora de recibir instrucciones, pero en cambio no parecía influir en la memoria.

Sin embargo, los investigadores sólo disponían de datos limitados sobre la función ejecutiva, lo que hacía difícil determinar si los cambios asociados a la respiración y los trastornos del sueño podrían ser clínicamente significativos.

El análisis tampoco tuvo en cuenta la obesidad, que es un factor de riesgo independiente tanto para la apnea como para el deterioro cognitivo, señaló Marie-Pierre St-Onge, investigadora del la Universidad de Columbia en Nueva York que no participó en el estudio.

"Es posible que la reducción del oxígeno que llega al cerebro con la apnea podría, con el tiempo, provocar lesiones cerebrales que pueden derivar en un deterioro cognitivo", ha reconocido St-Onge, que al mismo tiempo también recuerda el vínculo de ambos factores con la obesidad.

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