MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
En las personas de mediana edad, tener factores de riesgo como la presión arterial, el azúcar en sangre y el colesterol que no están bien controlados, combinados con no seguir ciertos hábitos saludables, como el ejercicio, la dieta y el sueño, están relacionados con un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, demencia o depresión en etapas posteriores de la vida, según un estudio de la Universidad de Yale (Estados Unidos)
El estudio, publicado en 'Neurology', la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología, no prueba que no tener hábitos saludables aumenta el riesgo de estas afecciones, solo muestran una asociación.
Por tanto, los ocho factores de salud cardiovascular y cerebral, conocidos como Life's Essential 8 de la American Heart Association, son: estar activo, comer mejor, mantener un peso saludable, no fumar, mantener una presión arterial saludable, dormir lo suficiente y controlar los niveles de colesterol y azúcar en sangre.
"La salud cerebral es fundamental para el bienestar óptimo de cada persona, ya que nos permite funcionar al máximo nivel y adaptarnos constantemente al mundo", asegura el autor del estudio, el doctor Santiago Clocchiatti-Tuozzo, de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut, y miembro de la Academia Estadounidense de Neurología.
"Nuestro estudio concluyó que tomar estas decisiones saludables en el estilo de vida durante la mediana edad puede tener un impacto significativo en la salud cerebral en etapas posteriores de la vida", añade.
Para el estudio, los investigadores evaluaron datos de 316.127 personas con una edad promedio de 56 años, a quienes se les hizo un seguimiento durante cinco años. Los investigadores analizaron las puntuaciones de los participantes en los ocho factores esenciales de salud cardiovascular y los organizaron en tres categorías: óptimo, intermedio y malo. Del grupo total, 64.474 personas obtuvieron puntuaciones óptimas, 191.919 personas obtuvieron puntuaciones intermedias y 60.734 personas obtuvieron puntuaciones bajas.
Los investigadores evaluaron los registros médicos para identificar quiénes habían desarrollado alguna de las siguientes afecciones neurológicas: accidente cerebrovascular, demencia o depresión en la vejez. La mala salud cerebral se definió como el desarrollo de cualquiera de estas afecciones durante los años de seguimiento.
Un total del 1,2% de los participantes cumplía con la definición de mala salud cerebral, con un total de 3.753 afecciones. De aquellos con puntuaciones óptimas en Life's Essential 8, el 0,7% cumplía con la definición de mala salud cerebral, en comparación con el 1,2% de aquellos con puntuaciones intermedias y el 1,8% de aquellos con puntuaciones bajas.
Tras ajustar los factores que podrían afectar el riesgo de estas tres enfermedades neurológicas, como la edad, el sexo, la raza y la etnia, los investigadores descubrieron que las personas con puntuaciones bajas en los factores de estilo de vida saludable tenían más del doble de probabilidades de desarrollar cualquiera de las tres enfermedades neurológicas en comparación con las personas con puntuaciones óptimas.
Los investigadores también descubrieron que las personas que tenían una puntuación intermedia tenían un riesgo 37% mayor de tener una de las tres enfermedades neurológicas que las que tenían una puntuación óptima.