MADRID, 1 Jun. (EDZIONES) -
Hace 30 años se llevaron a cabo una serie de grandes experimentos en Neurociencia que estaban orientados a derrocar el modelo de cerebro inmutable. Hasta entonces, en Medicina se pensaba que el cerebro no podía cambiar. Era como una máquina compuesta por muchas y diferentes piezas inamovibles e inmutables. No obstante, se demostró que el cerebro es 'neuroplástico' (mutable) y que la experiencia y el ejercicio mental pueden alterar su propia estructura.
Así lo explica Barbara Arrowsmith-Young en 'La Mujer que Transformó su Cerebro', un manual, publicado por Marbán, en el que la canadiense cuenta su propia experiencia personal y trabaja este concepto de neuroplasticidad.
Ella comenzó a aplicar estos principios neuroplásticos del cerebro primero en ella misma con gran éxito, y luego en estudiantes, a través de una serie de ejercicios cognitivos que trabajaban determinadas áreas del cerebro 'dañadas', y que ha recogido en el 'Programa Arrowsmith', un método hoy avalado científicamente y puesto en marcha en más de 100 países, entre ellos España, que ayuda a personas con déficits cerebrales o problemas de aprendizaje.
En concreto, explica sobre la neuroplasticidad que:
1.- Hoy en día la plasticidad, maleabilidad y capacidad de cambio del cerebro es indiscutible. Éste es el mayor hallazgo sobre el cerebro de los últimos 400 años. Da un vuelco a la creencia popular que durante siglos había considerado que la estructura cerebral no podía modificarse.
2.- La plasticidad del cerebro o neuroplasticidad es la habilidad del cerebro de cambiar tanto su estructura física como su organización funcional, en respuesta a una serie de experiencias, estímulos, y entrenamientos cognitivos, que favorecen nuevas interconexiones neuronales, y que refuerzan las conexiones ya existentes.
3.- En el 2000 Eric Kandel recibió el Premio Nobel por su demostración de la plasticidad sináptica: el fortalecimiento de las conexiones neuronales como resultado de la exposición a estímulos, que derivó en aprendizaje y la formación de memoria a largo plazo.
4.-Mark Rosenzweig demostró la neuroplasticidad a finales de los años 50 y principios de los 60. En su estudio científico 'Efectos de la Complejidad Medioambiental y Entrenamiento de la Química y Anatomía Cerebral' resumió sus hallazgos, que mostraban que las ratas que contaban en sus jaulas con juguetes, escaleras, ruedas y túneles mostraban mejores resultados en las pruebas con laberintos, que aquellas cuyas jaulas estaban vacías o en entornos empobrecidos. Además, la autopsia de las ratas enriquecidas mostraba cerebros más pesados.
5.- "Sencillamente se ha comprobado que el cerebro de una rata que es estimulado es mejor y con una mayor capacidad de aprender y resolver problemas. Esos cambios neurológicos se produjeron independientemente de la edad: se obtuvieron los mismos resultados sin importar que la exposición al ambiente estimulante se produjera en la primera infancia, la niñez o la edad adulta", cuenta Arrowsmith-Young.
6.- Muchos estudios científicos han podido determinar un aumento en la sustancia gris del cerebro como resultado de formas de aprendizaje específicas e intensas. "Por ejemplo, los taxistas de Londres, que deben aprender una enorme cantidad de rutas antes de obtener la licencia, tienen más cantidad de sustancia gris de lo normal en el hipocampo derecho, área relacionada con la navegación espacial. Mientras que la personas que practican meditación muestran un aumento de sustancia gris en el área cerebral vinculada a la regulación emocional. Por ejemplo, los malabaristas presentan más sustancia gris en zonas del cerebro relacionadas con la actividad visual y motora", añade la experta.
7.- La estimulación externa que plantea una demanda al cerebro durante un prolongado periodo de tiempo da como resultado cambios en el cerebro. Barbara Arrowsmith-Young considera además que la actividad o ejercicio que se realice debe enfocarse directamente y estimular el área que va a ser abordada. Para realzar la estimulación dirigida, se les indica a los estudiantes que no se apoyen en otras áreas cognitivas.
8.- Una vez la función cerebral ha sido aumentada, esa adquisición es permanente.
9.- La investigación y los ensayos clínicos en todo el mundo han demostrado que los enfoques neuroplásticos pueden ser utilizados para tratar lesiones cerebrales traumáticas, apoplejía, trastornos obsesivo-compulsivos, trastornos del aprendizaje, dolor, tipos de esquizofrenia, TDAH, dislexia y otras afecciones.
EL CASO DE BARBARA ARROWSMITH
A los 6 años le diagnosticaron a Barbara Arrowsmith-Young bloqueo mental o discapacidad múltiple del aprendizaje. Leía y escribía todo al revés. Entendía el lenguaje sólo tras un gran esfuerzo y se perdía constantemente. No era capaz de seguir una conversación, ni de entender la hora. A pesar de ello, y tras muchos años de trabajo y esfuerzo, pudo superar sus dificultades gracias a este concepto de neuroplasticidad.
Para ello, desarrolló una serie de ejercicios cognitivos avalados científicamente y que agrupó en el 'Programa Arrowsmith', puesto en marcha desde hace 40 años, primero en una escuela que ella mismo abrió en Canadá para ayudar a personas con disfunciones cerebrales o trastornos en el aprendizaje. Hoy en día este programa se aplica en más de 100 países del mundo, entre ellos España, en la Universidad Camilo José Cela y en los 6 colegios SEK. Ya ha ayudado a más de 6.000 personas en el mundo.