MADRID, 30 Dic. (EDIZIONES) -
No porque tengas un mal colchón en casa esto te puede ocasionar lesiones en la columna. Tampoco hace que tengas más o menos hernias un mal colchón, pero sí que es verdad que no te puede ayudar a recuperarte si tienes una patología de base a nivel de columna.
Así lo advierte en una entrevista con Infosalus la doctora Judith Sánchez Raya, médico especializada en Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitari Vall d'Hebron de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Columna Vertebral.
"Puede ser que un mal colchón no te permita mejorar o te vaya retrasando la evolución favorable. Lesionarte como tal no está probado pero sí es verdad que si no tienes buen colchón las lesiones que puedas tener o desencadenar no te ayudarán a recuperarte más rápido o bien cronificarán la situación de tu columna", afirma.
Según concreta, las lumbalgias o cervicalgias crónicas son muy frecuentes en la población, y pueden ser debidas a múltiples factores, como el estrés, varias enfermedades, lesiones deportivas, y una de las razones que puede ayudar a perpetuar que tengas un dolor crónico puede ser un mal colchón, más que nada por el descanso.
"Está claro que para la recuperación de cualquier dolor a nivel de columna es importante conseguir un buen descanso. Las personas si no descansamos por la noche, no relajamos musculatura al 100%, y si esto no se produce, nos despertamos mucho, no conseguimos conciliar el sueño por ejemplo. Esto hace que la musculatura se tensione, no se relaje, y se perpetúa el que te levantes con dolor, con contracturas. Me levanto más cansado de lo que me acuesto y te despiertas con dolor y esto puede ser uno de los motivos", relata la especialista.
¿CÓMO ES EL COLCHÓN IDEAL?
Entonces, la especialista de la Sociedad Española de Columna Vertebral mantiene que la evidencia científica avala que el colchón ideal es aquel que nos permite mantener estando tumbados la misma posición de la columna vertebral que cuando estamos de pie.
La segunda característica que debe cumplir, según prosigue, es la firmeza, que debe ser media. Después, hace referencia al material. En el mercado hay diferentes tipos de colchones que se pueden dividir a nivel coloquial en muelles, espuma y látex.
"Antes estaban muy bien vistos los de los muelles, después los de espuma de poliuretano y viscoelástica, y luego los de látex. Se ha visto, porque se han hecho muchos estudios comparando estos tres tipos de colchones, que no es bueno un colchón muy duro, pero tampoco muy blando. Además, los de densidad media son los que más se aconsejan porque permiten a tu espalda acomodarse a la silueta de la persona y mantienen la posición correcta de la columna", explica la doctora Sánchez Raya.
Si es muy firme, demasiado duro, el de 100% de látex por ejemplo, dice que esto hace que se distribuyan las presiones de forma uniforme y va muy bien, pero los pacientes que se mueven poco se clavan, se quedan muy rígidos, de forma que el colchón no se adapta adecuadamente al contorno corporal de la persona y que en definitiva no le funcione este colchón.
Por ejemplo, la experta del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona cita también al futón, el colchón estrecho típico de Japón, que son muy duros, muy compactos, con poca anchura y se ponen directamente en el suelo, o con una lámina de madera simple. Subraya que estos no se recomiendan porque hacen que no se adapte la columna y son demasiado rígidos, de forma que pueden producir más dolor porque no se produce una repartición de las cargas en la columna.
FIRMEZA MEDIA Y COMPOSICIÓN MIXTA
Con ello, indica que conseguir la firmeza media del colchón se logra mediante una mezcla de espumas, que es lo que casi todos colchones en el mercado tienen ahora, hay pocos 100% de un solo material. "Se aconseja un porcentaje que puede variar en función de lo que necesites en tu cuerpo, y de lo que te muevas. Cuanto más te muevas, más blando deberá ser el colchón para que se adapte a tus posiciones", añade.
Igualmente, precisa que se recomiendan proporciones entre 60-80% de viscolelástico y el resto de otras composiciones para poder tener una diferencia de consistencias y se pueda adaptar bien al contorno de tu columna y se distribuyan las presiones de forma uniforme.
Otro aspecto sobre el que llama la atención es el tema del calor y dice que hay estudios que afirman que son beneficiosos los colchones que puedan generar o aislar calor porque proporcionan confort en la zona corporal y también pueden mejorar las patologías dolorosas. "Hay diferentes sistemas para ello. Es una cosa que no preguntamos mucho y es verdad que es bueno que mantengan la calidez y el calor porque nos va bien para la columna", agrega la miembro de la Sociedad Española de Columna Vertebral.
LA POSICIÓN A LA HORA DE DORMIR
Otro de los aspectos a tener en cuenta es que la mejor posición para el cuerpo a la hora de dormir es decúbito lateral, es decir, de lado, si bien reconoce que en muchas personas con patología de hombro o de trocánter, o con dolor crónico esta postura no se tolera. Por otro lado, afirma que la que menos se recomienda es boca abajo. "La mejor posición es la fetal, decúbito lateral con las piernas flexionadas", apostilla.
Asimismo, llama la atención sobre el tema de la almohada y dice que también es muy importante. En el caso de estar de lado precisa que la almohada tiene que cubrir el espacio entre la cabeza y el hombro, de forma que la columna cervical quede recta y las cervicales no molesten.
"Si duermes boca abajo dice que lo ideal es que no tengas almohada, o no se debería dormir con ella por que te puedes producir más problemas a nivel del cuello. Y si estás boca arriba, lo idóneo es hacerlo con tu almohada de forma correcta y lo ideal es con las piernas flexionadas para no sobrecargar la zona lumbar", aprecia la doctora.
A su vez, ve conveniente que pudiéramos dormir con una almohada debajo de las rodillas si se duerme boca arriba, especialmente si se tiene alguna patología, o bien poner una almohada entre las piernas cuando se duerme de lado.
Aquí llama la atención sobre el hecho de que hay personas que meten el brazo por debajo de la almohada, y se despiertan con dolor de hombro. Advierte la médico rehabilitadora que las posiciones mantenidas durante mucho tiempo, y cuando tenemos una edad, nos perjudican: "Te levantas con los brazos dormidos por la mala postura durante el sueño. Conviene cambiar ciertos hábitos cuando tienes lesiones o te haces más mayor porque puedes empeorar patologías que puedas desarrollar".