MADRID 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los sensores de actividad en la muñeca que usaron personas con depresión y personas sin depresión durante el transcurso de dos semanas proporcionaron evidencia de la relación entre la exposición diaria a la luz solar y la actividad física, según un estudio publicado en la revista de acceso abierto 'PLOS Mental Health' por Oleg Kovtun y Sandra Rosenthal de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos).
Los trastornos del estado de ánimo son la principal causa de "discapacidad" en todo el mundo. Hasta el 30 por ciento de las personas con trastorno depresivo mayor y trastorno bipolar muestran un patrón estacional de síntomas. Este fenómeno ahora está reconocido en los manuales de diagnóstico oficiales. Sin embargo, se sabe muy poco sobre la influencia de la duración del día (es decir, el fotoperíodo) y la intensidad de la luz solar (es decir, la insolación solar) en los patrones estacionales en el trastorno depresivo mayor y el trastorno bipolar.
En su nuevo estudio, Kovtun y Rosenthal utilizaron un enfoque cuantitativo para examinar la relación entre las medidas de la luz solar y los patrones de actividad del movimiento medidos objetivamente para comenzar a comprender los factores ambientales que impulsan la estacionalidad en el trastorno depresivo mayor y el trastorno bipolar. Utilizaron registros de actividad motora recopilados mediante acelerómetros (que miden la tasa de cambio de la velocidad de un objeto con respecto al tiempo) de 23 personas con depresión unipolar o bipolar y 32 personas sin depresión. Los participantes fueron reclutados en la Universidad de Bergen, Noruega.
Los hallazgos revelaron relaciones entre la actividad física diurna, el estado depresivo, el fotoperiodo y la insolación solar. En particular, los estados más depresivos se asociaron con una menor actividad diurna, mientras que la actividad diurna aumentó con el fotoperiodo y la insolación solar. Resultados adicionales sugieren que el impacto de la insolación solar en la actividad física puede diferir entre las personas deprimidas y las que no lo están.
Este hallazgo podría indicar que las personas deprimidas exhiben un vínculo fisiológico alterado entre el aporte de energía (es decir, la insolación solar) y la actividad física. Por otro lado, también es posible que el aumento del comportamiento sedentario resulte en una reducción del tiempo que se pasa al aire libre y no permita a las personas deprimidas aprovechar los beneficios de la exposición a la luz solar.
Según los autores, el estudio presenta una estrategia generalizable para comprender la compleja interacción entre la luz solar, la actividad física y el estado depresivo utilizando herramientas digitales de código abierto. La capacidad de identificar trastornos del estado de ánimo, en particular en individuos estacionalmente susceptibles, utilizando datos de biomarcadores digitales pasivos ofrece una perspectiva prometedora para informar diagnósticos predictivos y personalizados de próxima generación en salud mental.
En concreto, un biomarcador digital, como los patrones de actividad motora derivados de un acelerómetro, podría formar la base de un sistema de alerta temprana que alerte al médico para que inicie una intervención oportuna. La incorporación de marcadores de exposición a la luz solar medidos objetivamente (es decir, datos de insolación solar recopilados por la NASA o exposición a la luz medida por acelerómetro) podría mejorar aún más el poder predictivo de dichas herramientas y sentar las bases para modelos personalizados dirigidos a individuos susceptibles a trastornos del estado de ánimo con patrones estacionales.
Rosenthal y Kovtun añaden: "Es posible que las personas con trastornos del estado de ánimo estacionales aún no reconozcan el patrón de su enfermedad. Uno de los objetivos de nuestro estudio es motivar el desarrollo de herramientas digitales para ayudar a los médicos y a las personas afectadas a autogestionar sus síntomas".