El asesino silencioso que puede afectar a tu corazón y no lo notas

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   MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La exposición al ozono (O3) puede reducir la disponibilidad de oxígeno en el cuerpo, lo que resulta en un endurecimiento arterial debido a la respuesta natural del cuerpo de crear más glóbulos rojos y hemoglobina, según un estudio publicado en 'JACC , la revista insignia del Colegio Americano de Cardiología.

   "Los investigadores descubrieron que incluso una breve exposición a niveles elevados de ozono reducía la saturación de oxígeno en sangre, desencadenaba biomarcadores relacionados con la hipoxia y aumentaba la rigidez arterial, lo que destaca la nueva conexión entre la exposición al ozono y la rigidez arterial, demostrada a través de un análisis integral de biomarcadores en un entorno de gran altitud", destaca el doctor Harlan Krumholz, editor en jefe de 'JACC'.

    "Este estudio aísla de forma única los efectos del ozono de otros contaminantes, lo que supone un avance fundamental en la comprensión de su papel independiente en las lesiones cardiovasculares", afirma.

   La contaminación por ozono se está convirtiendo en un problema de salud mundial. Estudios recientes han vinculado la exposición al O3 con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV), incluidas cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y aterosclerosis. La hipoxia, o la deficiencia de oxígeno en el cuerpo, se reconoce como un factor fundamental en las ECV asociadas al O3.

Una concentración elevada de ozono en el aire puede tener efectos sobre la salud que varían en función de la cantidad de ozono que la persona respire, del tiempo de exposición, de la sensibilidad individual de cada persona y del grado de actividad física que realiza.

Además, recuerdan que es una de las sustancia químicas cada vez más comúnmente utilizada en el ámbito industrial y en el campo de la medicina, es el ozono

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