MADRID 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
El consumo de suplementos de aceite de pescado aporta un beneficio significativo a las personas con predisposicion genética al Alzheimer, según ha revelado un estudio realizado por la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón (OHSU, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, cuyos resultados se han publicado en la revista 'JAMA Network Open'.
Entre los participantes del estudio portadores del gen APOE4, asociado con la enfermedad de Alzheimer, se observó una reducción en la degradación de las células nerviosas en el cerebro. Sin embargo, el estudio no encontró ningún beneficio estadísticamente significativo para la población adulta en general.
A este respecto, el coautor principal del estudio, Lynne Shinto, ha indicado que el aceite de pescado puede valer la pena para las personas portadoras del gen, pero no necesariamente para todos los adultos mayores. "No creo que sea perjudicial, pero no diría que es necesario tomar aceite de pescado para prevenir la demencia", ha añadido.
El estudio, que tuvo una duración de tres años, contó con la participación de 102 participantes de 75 años o más que presentaban niveles relativamente bajos de ácidos grasos omega-3, presentes en el aceite de pescado, en la sangre. Los participantes tenían niveles relativamente altos de lesiones en la sustancia blanca, pero por lo demás estaban sanos y no padecían demencia.
Todos ellos se sometieron a una resonancia magnética del cerebro tras ser incluidos en el estudio y una vez finalizado, con el objetivo de evaluar la magnitud de los cambios en las lesiones de la sustancia blanca del cerebro. Estas lesiones pueden inhibir el suministro de nutrientes a través de los vasos sanguíneos al cerebro, lo que aumenta el riesgo de desarrollar demencia más adelante.
La mitad de los participantes tomó suplementos de aceite de pescado enriquecido con omega-3 cada día, mientras que la otra mitad tomó un placebo a base de soja. Las dos resonancias magnéticas que midieron el grado de lesiones de la sustancia blanca al principio y al final del período de estudio detectaron una ligera reducción en la progresión de estas lesiones, pero no lo suficiente como para ser estadísticamente significativa entre los dos grupos.
Sin embargo, entre los portadores de APOE4, los investigadores hallaron una reducción drástica en la degradación de la integridad de las células cerebrales tras un año de tratamiento con aceite de pescado, en comparación con el grupo del aceite de soja.
"El hecho de que la degradación de la integridad neuronal se haya ralentizado en las personas asignadas al azar al tratamiento con omega-3 que también tienen un alto riesgo de enfermedad de Alzheimer es notable y justifica un ensayo clínico más amplio en poblaciones más diversas en el futuro", ha señalado el director de ensayos clínicos y profesor de neurología en el Centro McCance para la Salud Cerebral, Hospital General de Massachusetts y Facultad de Medicina de Harvard, Gene Bowman.