MADRID 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los carritos de supermercado podrán ayudar a diagnosticar la fibrilación auricular, que puede tratarse para evitar accidentes cerebrovasculares incapacitantes o mortales, según una investigación se presentada en el ACNAP 2023, congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).
"Este estudio muestra el potencial de llevar los controles de salud a las masas sin alterar las rutinas diarias --afirma el autor del estudio, el profesor Ian Jones, de la Universidad John Moores de Liverpool (Reino Unido)--. En el transcurso de dos meses, identificamos a 39 pacientes que desconocían que padecían fibrilación auricular. Son 39 personas con mayor riesgo de ictus que recibieron cita con el cardiólogo".
Más de 40 millones de personas en todo el mundo padecen fibrilación auricular, el trastorno del ritmo cardiaco más frecuente, que multiplica por cinco el riesgo de sufrir un ictus. Estos accidentes cerebrovasculares suelen ser mortales o discapacitantes.
La anticoagulación reduce sustancialmente el riesgo, pero muchas personas sólo descubren que padecen fibrilación auricular después de haber sufrido un ictus. Por tanto, se necesitan programas de cribado para identificar a las personas con esta afección, de modo que puedan recibir medicación preventiva.
En el estudio SHOPS-AF se investigó si la incrustación de sensores de electrocardiograma (ECG) en las asas de los carros de supermercado podría identificar eficazmente a los compradores con fibrilación auricular. Se colocó un sensor en el asa de diez carros y se utilizaron en cuatro supermercados con farmacias de Liverpool durante los dos meses que duró el estudio.
Se pidió a los compradores que utilizaran un carrito modificado y sostuvieran el manillar durante al menos 60 segundos. Si el sensor no detectaba latidos irregulares, se iluminaba en verde. Un investigador comprobó manualmente el pulso de estos participantes para confirmar que no había fibrilación auricular. Si se detectaba un latido irregular, el sensor se iluminaba en rojo.
A continuación, el farmacéutico de la tienda realizó una comprobación manual del pulso y otra lectura del sensor utilizando una barra independiente no sujeta a un carrito con el participante de pie. El cardiólogo del estudio revisó las grabaciones del ECG de los participantes con luz roja y/o pulso irregular.
Se informó a los participantes de los resultados, que fueron: o bien ausencia de fibrilación auricular; o un ECG poco claro e invitación a repetir la medición, o una fibrilación auricular confirmada y cita con el cardiólogo en un plazo de dos semanas.
Un total de 2.155 adultos utilizaron un carro de la compra. Se dispuso de datos de ECG de 220 participantes que tenían una luz roja en el sensor y/o un pulso irregular, lo que sugería fibrilación auricular.
Tras la revisión de los ECG por el cardiólogo del estudio, no había indicios de fibrilación auricular en 115 participantes, 46 registros no eran claros y se diagnosticó fibrilación auricular en 59 participantes. La edad media de los 59 participantes con fibrilación auricular era de 74 años y el 43% eran mujeres. De ellos, 20 ya sabían que padecían fibrilación auricular y 39 no habían sido diagnosticados previamente.
Para evaluar la precisión del cribado mediante este método, los investigadores realizaron tres análisis: el primero, excluyendo los 46 ECG poco claros; el segundo, asumiendo que todos los ECG poco claros eran fibrilación auricular; y el tercero asumiendo que todos los ECG poco claros no eran fibrilación auricular.
Esto demostró que la sensibilidad del sensor oscilaba entre 0,70 y 0,93 y la especificidad entre 0,15 y 0,97. Esto se tradujo en un valor predictivo positivo de 0,24 a 0,56, lo que significa que sólo entre una cuarta parte y la mitad de las personas que presentaban fibrilación auricular según el sensor y/o la comprobación manual del pulso tenían realmente la enfermedad (es decir, había un elevado número de falsos positivos).
El valor predictivo negativo fue de 0,55 a 1,00, lo que significa que aproximadamente la mitad de los casos reales de fibrilación auricular no se detectarían con este método (es decir, falsos negativos).
"Casi dos tercios de los compradores con los que nos pusimos en contacto se mostraron dispuestos a utilizar un carrito, y la gran mayoría de los que se negaron tenían prisa y no temían ser controlados --según el Jones--. Esto demuestra que el concepto es aceptable para la mayoría de la gente y que merece la pena probarlo en un estudio más amplio".
"Antes de llevar a cabo SHOPS-AF II, es necesario realizar algunos ajustes para que el sistema sea más preciso --prosigue--. Por ejemplo, tener una posición designada en la barra a la que agarrarse, ya que el movimiento de la mano interfería con las lecturas. Además, las directrices de la ESC exigen sólo un ECG de 30 segundos para diagnosticar la fibrilación auricular,2 por lo que nuestro objetivo es encontrar un sensor que reduzca a la mitad el tiempo que los compradores deben sostener continuamente la barra".
"La comprobación de la fibrilación auricular mientras se hacen las compras promete prevenir accidentes cerebrovasculares y salvar vidas --concluye--. Un aspecto crucial es proporcionar acceso inmediato a un profesional sanitario que pueda explicar los resultados y remitir a los pacientes a pruebas de confirmación y medicación si es necesario".