MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
El mayor estudio jamás realizado sobre la genética del cerebro, que abarca unos 36.000 escáneres cerebrales, ha identificado más de 4.000 variantes genéticas relacionadas con la estructura cerebral. Sus resultados del estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), se publican en la revista 'Nature Genetics'.
El cerebro es un órgano muy complejo, con una enorme variedad entre individuos en cuanto al volumen total del cerebro, cómo se pliega y qué grosor tienen estos pliegues, pero poco se sabe sobre cómo nuestra composición genética influye en el desarrollo del cerebro.
Para responder a esta pregunta, un equipo dirigido por investigadores del Centro de Investigación del Autismo de la Universidad de Cambridge accedió a las resonancias magnéticas de más de 32.000 adultos de la cohorte del Biobanco del Reino Unido y de más de 4.000 niños del estudio estadounidense ABCD.
A partir de estos escáneres, los investigadores midieron múltiples propiedades de la capa más externa del cerebro, denominada corteza. Entre ellas, midieron el área y el volumen de la corteza, así como su plegamiento.
A continuación, relacionaron estas propiedades, medidas tanto en toda la corteza como en 180 regiones individuales de la misma, con la información genética del genoma. El equipo identificó más de 4.000 variantes genéticas relacionadas con la estructura cerebral.
Estos hallazgos han permitido a los investigadores confirmar y, en algunos casos, identificar cómo las distintas propiedades del cerebro están genéticamente relacionadas entre sí.
El doctor Varun Warrier, del Centro de Investigación del Autismo, que codirigió el estudio, señala que "una cuestión que ha interesado durante un tiempo es si los mismos genes que están relacionados con el tamaño del córtex, medido tanto en volumen como en superficie, también están relacionados con la forma en que se pliega el córtex. Al medir estas diferentes propiedades del cerebro y vincularlas a la genética, descubrimos que diferentes conjuntos de genes contribuyen al plegamiento y al tamaño del córtex", añade.
El equipo también comprobó si los mismos genes vinculados a la variación del tamaño del cerebro en la población general se solapan con genes vinculados a afecciones clínicas en las que el tamaño de la cabeza es mucho mayor o menor que en la población general, conocidas como afecciones cefálicas.
El doctor Richard Bethlehem, también del Centro de Investigación del Autismo y codirector del estudio, afirma que "muchos de los genes relacionados con diferencias en el tamaño del cerebro en la población general coinciden con genes implicados en enfermedades cefálicas. Sin embargo, aún no sabemos cómo exactamente estos genes conducen a cambios en el tamaño del cerebro".
"Este trabajo demuestra que la forma en que se desarrolla nuestro cerebro es en parte genética --resalta--. Nuestros hallazgos pueden servir para entender cómo los cambios en la forma y el tamaño del cerebro pueden provocar afecciones neurológicas y psiquiátricas, lo que podría conducir a un mejor tratamiento y apoyo para quienes lo necesiten".