MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cuando la gente piensa en el cambio climático, probablemente imagina primero sus efectos sobre el medio ambiente, y posiblemente sobre su salud física. Pero el cambio climático también tiene un impacto significativo en la salud mental, según un nuevo informe publicado por la Asociación Americana de Psicología y ecoAmerica titulado 'Salud Mental y Nuestro Clima Cambiante: Impactos, Implicaciones y Orientación'.
El clima severo inducido por el cambio climático y otros desastres naturales tienen los efectos más inmediatos sobre la salud mental en forma de trauma y conmoción debido a lesiones personales, pérdida de un ser querido, daño o pérdida de bienes personales o incluso pérdida de sustento, según el informe. El terror, la ira, la conmoción y otras emociones negativas intensas que pueden dominar la respuesta inicial de las personas pueden eventualmente desaparecer, sólo para ser reemplazadas por el trastorno de estrés postraumático.
Como ejemplo de los impactos que los desastres naturales pueden tener, entre una muestra de personas que vivían en áreas afectadas por el huracán Katrina en 2005, el suicidio y el pensamiento suicida se duplicaron, una de cada seis personas cumplió con los criterios diagnósticos de trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el 49 por ciento desarrolló ansiedad o trastorno del estado de ánimo, como depresión, según revela el estudio.
Los impactos del clima en la salud mental no están relegados solo a los desastres, sino que también hay impactos significativos en la salud mental por el cambio climático a largo plazo. Los cambios climáticos afectan a la agricultura, la infraestructura y la habitabilidad, lo que a su vez afecta a las ocupaciones y a la calidad de vida y puede obligar a las personas a emigrar. Estos efectos pueden llevar a la pérdida de la identidad personal y profesional, de estructuras de apoyo social, de un sentido de control y autonomía y otros impactos en la salud mental, como sentimientos de impotencia, miedo y fatalismo.
Los altos niveles de estrés y ansiedad también están relacionados con efectos en la salud física, como un sistema inmunológico debilitado. La preocupación por los impactos reales o potenciales del cambio climático puede llevar al estrés que se puede acumular con el tiempo y eventualmente conducir a problemas relacionados con el estrés, como el abuso de sustancias, trastornos de ansiedad y depresión, según una investigación revisada en el informe.
NIÑOS, COMUNIDADES INDÍGENAS Y DEPENDIENTES DEL ENTORNO NATURAL, LOS MÁS AFECTADOS
El cambio climático también tiene repercusiones en la salud mental a nivel comunitario. Tanto los cambios agudos como los de largo plazo han demostrado elevar la hostilidad y la agresión interpersonal e intergrupal, y contribuir a la pérdida de la identidad social y la cohesión, según este documento. Algunas comunidades desfavorecidas, como las comunidades indígenas, los niños y las comunidades que dependen del entorno natural pueden experimentar impactos desproporcionados en la salud mental.
La clave para combatir los posibles efectos psicológicos negativos del cambio climático, según los autores del informe, es la construcción de resiliencia. Incluye una sección dedicada a ofrecer orientación para ayudar a los profesionales en el apoyo y la promoción de la salud mental de las personas y las comunidades y respaldarles para formar resistencia psicológica. Una recomendación es guiar a las personas a apoyar y mantener sus redes sociales.
"La capacidad personal de los individuos para soportar el trauma aumenta cuando están conectados a sus redes 'off line' y 'on line' --señala el informe--. Los investigadores han encontrado que los niveles más altos de apoyo social durante y en las secuelas de un desastre están asociados con menores tasas de angustia psicológica".
El informe también enfatizó que la adopción de políticas respetuosas con el medio ambiente y las opciones de estilo de vida pueden tener un efecto positivo en la salud mental. Por ejemplo, la elección de ir en bicicleta o caminando al trabajo se ha asociado con menores niveles de estrés. Si caminar o ir en bicicleta al trabajo es poco práctico o inseguro, el uso del transporte público se ha vinculado con un aumento en la cohesión de la comunidad y una reducción de los síntomas de depresión y estrés, según el informe.
Además, la mayor accesibilidad a los parques y otros espacios verdes podría beneficiar a la salud mental, ya que se ha demostrado que el pasar más tiempo en la naturaleza reduce los niveles de estrés y disminuye las enfermedades relacionadas con el estrés, independientemente del estatus socioeconómico, la edad o el sexo.