La atención de los niños pequeños al habla "materna" puede utilizarse para diagnosticar el autismo

Archivo - Niño autista.
Archivo - Niño autista. - XESAI/ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 13 febrero 2023 7:16

MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

El nivel de atención de los niños pequeños al habla "materna" puede utilizarse como biomarcador del trastorno del espectro autista (TEA), según científicos de la Universidad de California San Diego (Estados Unidos), que han desarrollado una nueva prueba de seguimiento ocular para medirlo que puede identificar con precisión a los niños pequeños con un subtipo de TEA.

El habla "materna" es esa voz aguda y cantarina con la que se suele hablar a los bebés. Los cuidadores llevan mucho tiempo utilizando esta forma de hablar juguetona, emotiva y exagerada para captar la atención de sus hijos.

En el estudio, publicado en la revista 'JAMA Network Open', investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego han desarrollado una nueva prueba de seguimiento ocular para cuantificar el nivel de atención de los niños pequeños al habla "materna".

Utilizando estas mediciones, los científicos fueron capaces de identificar de forma fiable un subconjunto de niños pequeños con TEA, cuyos bajos niveles de atención a la maternidad también se asociaron con habilidades sociales y lingüísticas más débiles.

Los estudios han demostrado que el habla materna estimula la atención y el aprendizaje de los niños, ayudándoles a desarrollar habilidades lingüísticas y reactividad emocional. Si los niños pequeños con TEA no prestan tanta atención a este estilo de habla, esto podría afectar a sus habilidades sociales en el futuro. Por tanto, la prueba de seguimiento ocular podría ser beneficiosa para la detección precoz, el diagnóstico y el pronóstico del TEA, y ayudar a los médicos a identificar qué tratamientos serían más útiles para el niño.

"Sabemos que cuanto antes introduzcamos el tratamiento, más eficaz será, pero la mayoría de los niños no reciben un diagnóstico formal hasta los 3 ó 4 años --asegura la autora Karen Pierce, profesora de neurociencias en la Facultad de Medicina de la UC San Diego y codirectora del Centro de Excelencia en Autismo de la UC San Diego--. Hay una necesidad real de herramientas de diagnóstico fáciles y eficaces que se puedan utilizar en niños pequeños, y el seguimiento ocular es un gran lugar para empezar".

En el estudio se analizó a un grupo de 653 niños pequeños, de entre 1 y 2 años, con y sin diagnóstico de TEA. En el experimento, a cada niño se le presentaban dos vídeos en una pantalla: uno de una mujer hablando en lenguaje materno y otro de una escena no humana (una carretera con mucho tráfico o una película de formas y números abstractos con música electrónica de acompañamiento). Los vídeos estaban disponibles durante un minuto y los niños controlaban con los ojos qué vídeo se reproducía en cada momento.

Los niños pequeños sin TEA mostraron un interés elevado y constante por el vídeo materno, y pasaron aproximadamente el 80% del experimento viéndolo. Pero los resultados no fueron tan uniformes en los niños diagnosticados con TEA; sus niveles de fijación abarcaron toda la gama de 0 a 100 por ciento del tiempo experimental.

El subgrupo de niños pequeños que se fijaba en el lenguaje materno menos del 30% del tiempo podía ser identificado con precisión como TEA sólo a través de esta medición. Estos niños también mostraron puntuaciones más bajas en pruebas posteriores de lenguaje y habilidades sociales.

Los niños pequeños con TEA que dedicaban la mayor parte del tiempo a la madre mostraban mayores habilidades sociales y lingüísticas, lo que pone de manifiesto la diversidad de la población con TEA.

Los autores señalan que aún no se ha determinado si la menor atención a la madre es la causa de la menor sociabilidad de estos niños o simplemente un síntoma de la misma, pero que, en cualquier caso, parece ser un biomarcador muy preciso de un subtipo de TEA.

"El hecho de que podamos identificar de forma fiable a los niños con autismo mediante una prueba de seguimiento ocular tan sencilla y rápida es realmente extraordinario --afirma Pierce--. En el futuro, esperamos utilizar la atención que presta un niño al habla 'materna' como pista para saber de qué tratamientos puede beneficiarse más, y como herramienta para medir lo bien que funcionan esos tratamientos".