MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Los bebés precisan seguir una rutina diaria que les ayude a conciliar el sueño, señala el doctor Fernando García-Sala, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), quien advierte de que están aumentan los trastornos del sueño entre menores de dos años
El pediatra, quien colabora en el Hospital Vithas Nisa 9 de Octubre del Centro Médico Milenium de Valencia, afirma que el hecho de que las obligaciones laborales de padres y madres les impidan pasar el tiempo que quisieran con sus hijos está llevando a cambios, tanto en el mapa de patologías pediátricas como en las necesidades médicas de los pequeños.
"Las explicaciones de por qué cada vez bebés y niños y niñas de hasta dos años tienen más problemas para conciliar el sueño todavía no son concluyentes. Pero podría estar en el hecho de que padres y/o madres pasan poco tiempo con sus bebés. Y cuando llegan a casa buscan suplir esa carencia con un tiempo y actividad con ellos que no es compatible con la higiene del sueño que precisan", explica.
"Por otro lado, estamos viendo muchísimos casos de adicción a dispositivos móviles, que se llevan por delante las relaciones sociales, magnifican el alcance de posibles casos de acoso escolar, afectan a la calidad del sueño, porque los chavales se meten los dispositivos en la habitación...yo idearía un inhibidor de móviles para las casas para que los padres tuvieran un control sobre esos dispositivos. Sería muy beneficioso", añade.
Por otro lado, afirma que Internet ha tenido consecuencias negativas. Cualquiera puede colgar información en internet. Y el problema es que a toda se da credibilidad sin filtrarla". Por ejemplo, sobre la teoría de que las vacunas tienen importantes efectos secundarios y que podrían producir autismo, García Sala defiende que "esta afirmación, a todas luces falsa, partió de un artículo publicado por un pediatra británico que relacionó las vacunas con el autismo. Quince años después se evidenció que todo era un fraude y se le denunció".
En cuanto a las opiniones radicalmente contrarias al consumo de leche de vaca, es partidario de equilibrar la balanza. "La mejor leche durante la primera etapa de vida es sin duda la leche materna. Principalmente por los anticuerpos que reciben de la madre. Los bebés que toman leche de su madre padecen menos bronquiolitis, diarreas, neumonías, y las infecciones suelen ser menos graves", defiende.
"A partir de los dos años, es importante que tomen leche de vaca o de otro mamífero. Principalmente por la calidad y cantidad de proteínas que contienen", prosigue, al tiempo que recuerda que, en casos de intolerancia o malas digestiones, se puede combinar con otro tipo de leche, pero no es aconsejable eliminarla de la dieta por completo. "Estamos encontrando casos de raquitismo y otras deficiencias por este motivo".
"En la infancia y adolescencia, las recomendaciones actuales son de tomar dos vasos de leche al día, es decir medio litro de leche. Con ello cubrimos las necesidades para su crecimiento pero si no llegamos tampoco es una tragedia ya que mediante otros alimentos podremos cubrir su deficiencia", añade.