Avances en cicatrización de heridas: nuevas terapias para tratar heridas agudas y crónicas

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Archivo - Diabetes, pie - ANGKHAN/ ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 30 diciembre 2024 11:36

MADRID 30 Dic. (EUROPA PRESS) -

Una nueva investigación, presentada en el Congreso 2024 de la Academia Europea de Dermatología y Venereología (EADV), ha identificado dianas moleculares clave que podrían mejorar significativamente la curación de heridas tanto agudas como crónicas.

Estos hallazgos, presentados pro Marta Bertolini, directora general de QIMA Monasterium GmbH, en Alemania, representan un avance crucial en el cuidado de heridas, allanando el camino para opciones de tratamiento más efectivas y mejores resultados para los pacientes.

A nivel mundial, las heridas agudas y crónicas afectan a casi mil millones de personas. En particular, las heridas crónicas suponen una carga económica sustancial para los sistemas de atención sanitaria y afectan gravemente la calidad de vida de las personas afectadas. A pesar de ello, las estrategias de tratamiento actuales suelen ser limitadas, lo que pone de relieve la necesidad urgente de una comprensión más profunda de los mecanismos que subyacen a la cicatrización deficiente de las heridas.

Para abordar este problema, los investigadores llevaron a cabo un estudio utilizando punciones de piel humana sana de espesor completo, creando heridas centrales y parciales. Luego, estas muestras se cultivaron en condiciones fisiológicas o patológicas, incluidas hiperglucemia, estrés oxidativo e hipoxia, para imitar heridas agudas y crónicas, respectivamente. Mediante el uso de perfiles transcriptómicos comparativos avanzados con secuenciación de ARN en masa, el equipo monitoreó los cambios en la expresión genética durante un período de cinco días.

Los resultados revelaron varias diferencias críticas en la actividad genética entre las heridas agudas y crónicas. Los genes clave asociados con la reparación de heridas, como KRT6A-C, PTX3, KRT1, KRT10, COL1A1, junto con vías que incluyen la señalización de Wnt y la organización del citoesqueleto de actina, se regulaban de manera diferencial entre las heridas agudas y crónicas.

Además, la expresión genética general estaba regulada negativamente en las heridas crónicas en comparación con las heridas agudas, lo que sugiere que los genes esenciales necesarios para una curación eficaz de las heridas se transcriben inadecuadamente en estas condiciones.

En particular, el FGF7, un promotor clave de la proliferación de células epiteliales y la reparación de tejidos, se reguló negativamente de manera significativa en las heridas crónicas el día 5. Por el contrario, la MMP10, una enzima que degrada los tejidos, se elevó durante todo el período del estudio en las heridas crónicas.

Para contrarrestar estos desequilibrios, los investigadores probaron los efectos de la proteína FGF7 recombinante y un anticuerpo neutralizante de MMP10 (alfa-MMP10) en heridas agudas y crónicas en los modelos de heridas ex vivo. La administración tópica de alfa-MMP10 condujo a un aumento significativo en la longitud de la lengua de la herida, lo que indica una mejor curación en heridas agudas. Por el contrario, FGF7 no mostró un efecto significativo por sí solo. Sin embargo, la aplicación combinada de FGF7 y alfa-MMP10 mejoró significativamente la reepitelización en ambos tipos de heridas.

"Aunque debemos ser cautelosos al hablar de efectos sinérgicos, nuestros datos preliminares revelan que la terapia combinatoria puede ser una opción válida para tratar heridas crónicas", explica la doctora Marta Bertolini, autora principal del estudio. "Creemos que la administración excesiva de FGF7 promueve la proliferación y movilización de queratinocitos epidérmicos, que son cruciales para la cicatrización de heridas. Al mismo tiempo, la neutralización de MMP10 elimina una barrera al movimiento de los queratinocitos, lo que potencialmente acelera la reepitelización".

El estudio también identificó la osteopontina (SPP1) como un gen significativamente regulado al alza en los días 3 y 5 en heridas agudas en comparación con las heridas crónicas. Para aprovechar este hallazgo, los investigadores administraron FOL005, un péptido derivado de la osteopontina, a heridas inducidas experimentalmente ex vivo.

El tratamiento con FOL005 mejoró significativamente la reepitelización de la piel tanto en condiciones fisiológicas como patológicas, lo que destaca su potencial como una opción terapéutica eficaz para el tratamiento de heridas agudas y crónicas.

"Creemos que estos hallazgos suponen un avance significativo en la comprensión de la compleja biología de la cicatrización de heridas", concluye Bertolini. "Pronto podremos acceder a nuestros datos transcriptómicos y esperamos que sirvan de inspiración a otros investigadores y a la industria para identificar objetivos prometedores adicionales que podrían ofrecer el alivio que tanto necesitan los pacientes afectados por estas heridas difíciles y a menudo debilitantes".

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