MADRID 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación de la Universidad de Cornell (Estados Unidos) muestra que las células T de los recién nacidos (glóbulos blancos que protegen contra las enfermedades) superan a las de los adultos en la lucha contra numerosas infecciones. Este descubrimiento es descrito en un artículo publicado en 'Science Immunology'.
Estos resultados ayudan a aclarar por qué los adultos y los bebés responden de manera diferente a las infecciones y allanan el camino para controlar el comportamiento de las células T con fines terapéuticos.
Los investigadores descubrieron que las células T recién nacidas no son deficientes: en cambio, están involucradas en una parte del sistema inmunológico que no requiere reconocimiento de antígenos: el brazo innato del sistema inmunológico. Mientras que las células T adultas utilizan inmunidad adaptativa (reconociendo gérmenes específicos para luego combatirlos), las células T recién nacidas son activadas por proteínas asociadas con la inmunidad innata, la parte del sistema inmunológico que ofrece una protección rápida pero inespecífica contra microbios que el cuerpo nunca ha encontrado.
Así, el artículo demuestra que las células T neonatales no están alteradas, simplemente son diferentes de las células T adultas y estas diferencias probablemente reflejan el tipo de funciones que son más útiles para el huésped en distintas etapas de la vida.
Las células T neonatales pueden participar en el brazo innato del sistema inmunológico. Esto permite que las células T recién nacidas hagan algo que la mayoría de las células T adultas no pueden: responder durante las primeras etapas de una infección y defenderse contra una amplia variedad de bacterias, parásitos y virus desconocidos.
"Sabemos que las células T neonatales no protegen tan bien como las células T adultas contra infecciones repetidas por el mismo patógeno. Pero las células T neonatales en realidad tienen una capacidad mejorada para proteger al huésped contra las primeras etapas de una infección inicial", comentan los investigadores. "Por lo tanto, no es posible decir que las células T adultas sean mejores que las células T neonatales o que las células T neonatales sean mejores que las células T adultas. Simplemente tienen funciones diferentes". El siguiente paso a analizar, según los investigadores, es analizar las células T neonatales que persisten hasta la edad adulta en humanos.