MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
El deporte mejora la autoestima, fomenta la autonomía y aumenta la independencia de las personas con discapacidad, lo que evoluciona en una visión más positiva de uno mismo, según expertos de Fundación Sanitas, que cuenta con una Cátedra de estudios sobre deporte Inclusivo.
Según datos de la última 'Encuesta de discapacidad, autonomía personal y situaciones de dependencia' elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 33,34% de la población con discapacidad dedica su tiempo libre a realizar algún tipo de ejercicio físico.
"El ejercicio físico tiene efecto en el cambio hacia una actitud más positiva por la superación personal y el sacrificio que acompaña al deporte en todas sus vertientes, y que deriva en una percepción de uno mismo más positiva", ha señalado el director de la Cátedra Fundación Sanitas de estudios sobre deporte Inclusivo, Javier Pérez.
Así, desde la fundación argumentan que tener esta autopercepción positiva requiere un doble esfuerzo para las personas con discapacidad ya que, muchas veces, se enfrentan a los prejuicios de la sociedad que pueden acabar generando en ellas sentimientos negativos como frustración o impotencia.
"Cuando a las personas sin discapacidad se les da la oportunidad de practicar deporte junto a personas con discapacidad, su actitud hacia la inclusión se vuelve más positiva y empática", ha explicado Pérez.
Por todo ello, la Fundación Sanitas, que integra la Cátedra de Estudios sobre Deporte Inclusivo (CEDI), ha destacado como beneficios del deporte inclusivo una mayor socialización; mejora de la autonomía y la autosuficiencia de las personas con discapacidad; mejora del proceso de inclusión y el respeto hacia los demás; aumenta la sensación de pertenencia; y ayuda a mejorar la autoestima, el sentimiento de utilidad y el reconocimiento de las capacidades de cada persona.