MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El cansancio y la somnolencia aumentan el deseo de realizar compras compulsivas por la noche, teniendo consecuencias para la salud física y mental, según apunta la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Cuando la mente está cansada, la fuerza de voluntad está mermada y el cerebro no reflexiona todo lo que debería sobre las implicaciones del coste de la compra. Esto aumenta la posibilidad de gastar más dinero cayendo en "ofertas que parecen irrechazables", según afirma la Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y el Sueño de la SEN, la doctora Ana Fernández Arcos.
"En el control de impulsos está implicada un área cerebral denominada corteza prefrontal y esta área es muy vulnerable a la falta de sueño o al sueño de poca calidad", añade la doctora. Además, alerta de las consecuencias que supone la compra impulsiva nocturna para la salud y funcionamiento óptimo físico y mental, además de afectar a "nuestro bolsillo, más aún en estas fechas próximas al Black Friday o al Cyber Monday".
"Desde la implantación de las tiendas 'on line', comprar por la noche es ya un hábito habitual, porque quizás sea el momento del día en que el que tengamos más tiempo para realizar ciertas tareas que en otro horario sean más complicadas. Sin embargo, es posible que nuestras decisiones no sean tan acertadas como las que hacemos durante el día, ya que el cansancio y la somnolencia también nos hacen más proclives a hacer una compra que de otra manera sería mejor seleccionada, más económica o que postpondríamos a un momento más adecuado", añade.
La sociedad recuerda la importancia del control de impulsos en fechas próximas como Navidad o 'Black Friday', debido al recibimiento de incontables estímulos que incentivan a realizar compras de manera fácil y al alcance gracias a Internet.
La vocal del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y el Sueño de la SEN, la doctora Celia García Malo alerta de que "la experiencia de comprar al atardecer o durante la noche tiene también otras repercusiones. En este momento del día deberíamos estar relajados y desconectar de la actividad del día".
CONSECUENCIAS
"Navegar por Internet y comprar produce un estado de hiperalerta y un pico de secreción de dopamina que nos dificultará conciliar el sueño más adelante, generando un círculo vicioso que nos lleva a un sueño corto y una peor forma física y mental", añade la doctora García Malo.
En esta línea, la SEN afirma que una duración de sueño adecuada es aquella tras la que se pueden para llevar a cabo las actividades diarias en condiciones óptimas. Aunque esta cantidad de horas de sueño es variable entre personas, e incluso puede cambiar a lo largo de nuestra vida, cuando el sueño es menor al recomendado (aproximadamente menos de 7 horas en adultos sanos) o de baja calidad (por despertares frecuentes o trastornos de sueño) se alteran funciones cerebrales tales como la atención, la memoria, la regulación emocional y la percepción sensorial.
La doctora García Malo concluye que "tras una noche sin dormir pueden verse alteradas la dieta, la toma de medicación, el rendimiento laboral o incluso la conducción. Si una persona tiene falta de sueño, por ejemplo, por tener un trabajo nocturno, tendrá más dificultades para mantener el autocontrol".