MADRID, 18 Ene. (INFOSALUS) -
Si en noviembre tenemos el 'Ciber Monday' para incitarnos a las compras por Internet si no hemos tenido suficiente con el 'Black Friday', ya puestos a acaparar tradiciones estadounidenses, algunas investigaciones determinaron recientemente que el tercer lunes de enero toca ponerse triste, más que nunca, ante el día más triste del año o el 'Blue Monday'. Quizá la cuesta de enero tenga algo que ver.
En estos u otros días de bajón siempre hay alguien dispuesto a alegrarte la vida y hacer todo lo posible para dibujarnos una sonrisa en la cara. La psicóloga Olga Beltrán, miembro de Saluspot, reconoce que los "golpes" de alegría pueden funcionar si provocan un estímulo positivo en la persona y le dan ánimo para modificar su actitud ante el problema.
En cambio, establecer un día concreto para generar este cambio no determina que tenga éxito. "El cambio debe producirse en el interior del individuo, por lo que confiar en un factor externo puede dar lugar a expectativas poco reales y aumentar la frustración", ha reconocido.
Esta experta reconoce que la alegría y la tristeza son emociones vitales del ser humano y deben convivir, de modo que la actitud positiva debe radicar en manejar las emociones de modo correcto y adaptativo, sentirse bien con uno mismo en todo momento y aceptar cualquier situación como medio de aprendizaje para alcanzar un mejor estado de felicidad.
La felicidad es un concepto amplio y complejo, cuyo sentido y significado varía de una persona a otra, apunta Beltrán, que considera que buscar la felicidad radica principalmente en sentirse bien con uno mismo y sus circunstancias.
Esto hace que "buscar un sentido de la felicidad no acorde con nuestras posibilidades puede dar lugar a sentimientos de infelicidad o de fracaso ante la vida".
¿DE QUÉ SIRVE ESTAR FELIZ?
Además, esta psicóloga asegura que mantener una actitud positiva en la vida tiene importantes beneficios para la salud, después de que diferentes estudios hayan concluido que ser feliz protege contra las enfermedades cardiovasculares, incrementa el colesterol 'bueno', controla los niveles de estrés, fortalece el sistema inmune, regula mejor las emociones y permite una recuperación más rápida del dolor psicológico causado por un evento negativo, entre otras cosas.
Y no solo la felicidad propia, ha añadido, ya que rodearse de personas que tienen una actitud positiva también favorece la recepción de mensajes positivos, que producirán un efecto favorable en el sistema emocional.
Del mismo modo, la tristeza también puede resultar beneficiosa ya que permite interpretar de modo adecuado aquellas situaciones que provocan malestar, y gracias a ella "desarrollamos empatía hacia quienes sufren y valoramos nuestras pérdidas". "Es importante no tener miedo a sentir estas emociones y trabajar para superar la tristeza", ha asegurado.
SER FELICES SIN CELEBRACIONES FORZADAS
Pese a todo, y dado que siempre será mejor estar felices que tristes, Beltrán nos ofrece una serie de pautas para conseguirlo, pero sin forzar:
- Realiza alguna actividad física ya que el ejercicio tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo.
- Duerme como mínimo 7 horas.
- Potencia las relaciones sociales y familiares.
- Aprovecha el buen tiempo para salir a la calle
- Sonríe a los demás. Este gesto proyecta emociones positivas.
- Ayuda a los demás.
- Haz planes: un viaje, una afición, estudios, etcétera.
- Practica la gratitud, pues agradecer las cosas buenas que tenemos nos ayuda a percibir mejor nuestra felicidad.