MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
En España se diagnostican más de 46.000 nuevos casos de nódulos tiroideos al año, de los cuales el 85 por ciento son benignos, según han informado expertos de IDCsalud.
La mayoría de los nódulos tiroideos son asintomáticos, y se pueden manejar con observación ecográfica y seguimiento periódico. No obstante, una quinta parte de ellos crecen de manera significativa hasta generar algún síntoma como, por ejemplo, molestias al tragar o respirar, cambios en la voz, tos o sensación de bulto. Hasta la fecha, la alternativa más eficaz consistía en la extirpación quirúrgica de la neoplasia.
En este sentido, y aunque la cirugía es un tratamiento seguro para la mayoría de los pacientes (sólo conlleva entre un 0,3 por ciento y un 10 por ciento de complicaciones) en la última década se han desarrollado diversas alternativas menos invasivas como, por ejemplo, la ablación por ondas de radiofrecuencia (ARF), un tratamiento que el IDCsalud Hospital Sur ha incorporado por primera vez en la sanidad privada en Madrid.
Y es que, la principal desventaja de la cirugía consiste en que esta genera hipotiroidismo (disminución de la función de la tiroides) en el cien por cien de las tiroidectomías totales y hasta el 50 por ciento en las hemitiroidectomías, lo que implica administrar al paciente un tratamiento médico de por vida.
Por otra parte, está contraindicada en el embarazo o durante la lactancia, y no es recomendable la gestación en los siguientes 5-12 meses de tratamientos y no puede emplearse en pacientes con uso reciente de contrastes yodados.
LA ABLACIÓN POR ONDAS REDUCE LA NEOPLASIA
Ante ello, la ablación por ondas reduce la neoplasia entre un 80 por ciento y un 93 por ciento en un periodo de tiempo de entre seis a 12 meses, con un porcentaje de éxito terapéutico cercano al cien por cien. Además, disminuye los síntomas previos en casi la totalidad de los casos.
Por otra parte, posee una tasa de complicaciones inferior al 3 por ciento, y prácticamente la totalidad de los pacientes con función tiroidea normal la conservan y en los casos de hipertiroidismo la mejoran.
A diferencia de la cirugía, ésta se ejecuta con anestesia local, por lo que su realización lleva poco tiempo, no necesita hospitalización, no deja cicatriz, permite reincorporarse a la actividad habitual casi de inmediato, no produce hipotiroidismo, posee menos riesgos de alteración de la voz y reduce los problemas con la absorción de calcio.
Además, se recomienda para pacientes con riesgo quirúrgico o que no deseen someterse a una intervención quirúrgica y se puede realizar durante el embarazo, la lactancia y en pacientes que llevan implantado un marcapasos.