MADRID, 2 Oct. (EDIZIONES) -
No vamos a poder saber por qué cada vez más hay alergias, y es que, a día de hoy, una de cada cuatro personas tiene alergia, y en el 2050 se espera que la tenga un 50% de la población, afirma en una entrevista con Infosalus la doctora Paula Ribó, alergóloga en el Hospital Clinic de Barcelona, miembro Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) e investigadora del IDIBAPS.
Con motivo de la publicación de 'Alergia, la nueva epidemia' (Alienta editorial), esta experta nos cuenta que, aunque sí que es cierto que cada vez hay más alergias, también advierte de que cada vez sabemos más también.
"Por lo que es importante acudir al alergólogo para un buen diagnóstico y para no evitar cosas que a lo mejor no son alergia. Porque la persona que piensa que tiene alergia a una cosa y no la tiene merma seriamente su calidad de vida y por ejemplo se prohíbe alimentos o medicamentos, limitando bastante su vida por ese miedo a una reacción muy grave; algo que, por ejemplo, preocupa mucho a padres en el caso de los menores", resalta.
Detalla que la alergia es una respuesta inmunitaria exagerada del cuerpo, que reconoce algo externo como un cuerpo extraño del que debe defenderse: "Es una reacción exagerada que hace el sistema inmunológico a algo que en teoría no debería darnos ningún problema, tipo la leche y la alergia a la proteína de leche de vaca. Lo habitual es que una persona beba leche y no le pasa nada; ahora bien, si tiene predisposición genética a ser alérgica podrá desarrollar una alergia a ello, o no; lo importante es tener esa predisposición genética".
DE QUÉ DEPENDE QUE TENGAMOS ALERGIA
Recuerda en este sentido la doctora Ribó que el 50% de nuestros genes aproximadamente procede de nuestra madre, y el resto de nuestro padre; de forma que si nuestros padres son alérgicos, nosotros también tenemos muchas posibilidades de serlo, pero no sabemos a qué, no tiene por qué ser a lo mismo que ellos.
Por ello, insiste esta alergóloga en que tenemos que hacer vida normal. "Nunca podremos predecir a qué nos vamos o no a volver alérgicos. Aunque nuestro padre sea alérgico a la leche y nuestra madre a la penicilina no por ello debemos evitar la leche y la penicilina, sino que podemos desarrollar alergia al platanero", incide.
¿De qué depende el que una persona sea alérgica a una cosa o a otra? Explica la doctora Ribó que a día de "no está del todo claro", y de momento "son todo teorías", como por ejemplo la de la higiene: "Nos limpiamos más, y limpiamos más a nuestros hijos que hace años; también la alimentación influye seguro también; pero la epigenética cobra cada vez más fuerza, la ciencia que estudio el cambio de los genes con lo que nos rodea, como el cambio climático, la alimentación, la contaminación, el estilo de vida, entre otros factores, pero casi siempre tiene que haber una predisposición genética".
En cuanto a cuáles son las cosas que más alergia dan la experta apunta que habría que mirar por temáticas: "Si hablamos de alergia en alimentación, por ejemplo, en la primera infancia se pueden citar a la leche y al huevo; en adultos, a las frutas. Si hablamos de medicamentos, los betalactámicos, las penicilinas, y los AINE; y si hablamos de rinitis y de asma habrá que hablar por zonas porque en la costa mediterránea se llevan la palma los ácaros; si bien, las gramíneas, el olivo, o el ciprés son más prevalentes en el centro peninsular".
¿ESTÁ EN NUESTRA MANO PREVENIR ALERGIAS?
Una duda o queja que existe entre muchos pacientes es que cómo les ha podido dar alergia un alimento de repente, por ejemplo, que han comido mil veces, a lo que la doctora responde: "No puede ser la primera vez que se ingiere el alimento la reacción alérgica porque el sistema inmunológico necesita, como mínimo, un primer contacto para desarrollar anticuerpos y volverse alérgico a ese alimento o medicamento lo que le dé alergia".
INTRODUCIR CUANTO ANTES EN LA ALIMENTACIÓN
Por eso insiste en que tenemos que hacer una vida normal, sana, y sin tener ningún tipo de precaución para no volvernos alérgicos. Ahora bien, destaca que con la alimentación esto está cambiando más y se recomienda que los alimentos más alergénicos (pescados, leche o huevo), se tienen que introducir cuanto antes en la alimentación complementaria de los menores, a partir de los seis meses, y de forma consecutiva, durante tres días, y por ejemplo a mediodía para evitar el desarrollo de esas alergias.
"Cuanto antes se introduzcan estos alimentos se ha demostrado que es mejor para prevenir una alergia alimentaria; por lo que evitarlo no es la solución", remarca la miembro de la SEAIC.
En el caso de que algo nos provoque una reacción alérgica hay que acudir siempre a Urgencias, según reitera, y "lo antes posible", porque esa reacción se puede quedar en solo algo cutáneo, quedarse en un sarpullido en la piel, pero puede progresar. "Como no lo vamos a poder saber porque es la primera vez que nos pasa debemos acudir de inmediato a un centro sanitario, que nos hagan una valoración y den tratamiento", subraya la doctora Ribó.
Si existe la sospecha de que algo nos ha desencadenado una reacción alérgica aconseja esta especialista del Hospital Clínic de Barcelona evitar el contacto o la ingesta de ese alérgeno hasta que un alergólogo no nos realice un estudio alergológico por precaución.
En última instancia incide esta médico especialista en Alergología que las alergias no se curan, pero sí se pueden controlar. "No podemos hablar de curación en el tema alergias, pero sí de control de la enfermedad. Por ejemplo, cuando hablamos de alergia respiratoria, se ponen vacunas de alergia para un polen de gramíneas, o de los ácaros, podemos controlar la enfermedad, se disminuyen los síntomas, así como el uso medicación y por tanto controlamos esa alergia; pero curar como tal es importante decir que no se pueden curar", sentencia esta alergóloga.