Tormenta de arena
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Actualizado: martes, 8 agosto 2017 8:26

   MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El impacto del cambio climático sobre la aparición y propagación de enfermedades infecciosas podría ser mayor de lo que hasta ahora se pensaba o, al menos, así lo ha puesto de manifiesto una investigación de la Universidad de Liverpool (Reino Unido), publicada en 'Scientific Reports'.

    "Aunque hay un vínculo bien establecido entre el cambio climático y las enfermedades infecciosas, hasta ahora no se sabia qué magnitud iban a tener sus efectos y qué enfermedades iban a ser las más afectadas. La sensibilidad climática de los patógenos es un indicador clave de que las enfermedades pueden responder al cambio climático, por lo que evaluar qué patógenos son más sensibles al clima y sus características, es información vital si queremos prepararnos para el futuro", ha comentado la directora del estudio, Marie McIntyre.

   En concreto, los científicos han llevado a cabo una revisión sistemática de la literatura publicada sobre 100 patógenos humanos y cientos de animales domésticos presentes en Europa que tienen el mayor impacto en la salud. Casi dos tercios de los patógenos examinados fueron encontrados sensibles al clima, de los cuales dos tercios tienen más de un controlador climático, lo que, a juicio de los expertos, significa que el impacto del cambio climático sobre ellos probablemente será multifacético y complejo.

   Las enfermedades propagadas por insectos y garrapatas (enfermedades transmitidas por vectores) resultaron ser las más sensibles al clima, seguidas de las transmitidas en el suelo, el agua y los alimentos. Las enfermedades con mayor número de factores climáticos fueron vibrio cholerae (causa del cólera), fasciola hepatica (causante de la enfermedad del hígado), bacillus anthracis (causa del ántrax) y borrelia burgdorferi (causa de la enfermedad de Lyme transmitida por picadura).

   "En la actualidad, la mayoría de los modelos que examinan los efectos del clima solo consideran uno o dos factores climáticos, por lo que nuestros resultados sugieren que esto debería cambiar si realmente queremos entender los impactos futuros del cambio climático en la salud", ha señalado la experta.

   Los patógenos zoonóticos, los que se propagan de los animales a los seres humanos, también resultaron ser más sensibles al clima que aquellos que afectan sólo a los seres humanos o sólo a los animales. Por ello, y dado que el 75 por ciento de las enfermedades emergentes son zoonóticas, las enfermedades emergentes pueden verse particularmente afectadas por el cambio climático.

   Sin embargo, los investigadores han reconocido que su respuesta al cambio climático dependerá también de los impactos de otros factores, como cambios en los viajes y el comercio, el uso de la tierra, la deforestación, nuevas medidas de control y el desarrollo de la resistencia a los antimicrobianos.

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