Archivo - Videojuego infantil. Niño jugando.
Archivo - Videojuego infantil. Niño jugando. - SERGEY SIDOROV/ ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 8 agosto 2022 7:39


MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los niveles récord de obesidad e inactividad física entre los niños significan que van a soportar la peor parte de los efectos sobre la salud del aumento de las temperaturas globales, según advierten los autores de una nueva revisión exhaustiva de los estudios actuales sobre el tema, publicada en la revista 'Temperature'.

La doctora Shawnda Morrison, fisióloga del ejercicio ambiental de la Facultad de Deportes de la Universidad de Liubliana (Eslovenia), afirma que, aunque la forma física es fundamental para tolerar temperaturas más altas, los niños actualmente son más obesos y están menos en forma que nunca.

Esto podría exponerlos a un mayor riesgo de sufrir problemas de salud relacionados con el calor, como deshidratación, calambres por calor, agotamiento por calor o insolación, advierte.

La autora afirma que las políticas actuales sobre el cambio climático no abordan adecuadamente las necesidades de salud de los niños y que hay que dar prioridad a animarles a que hagan ejercicio en su vida cotidiana si quieren hacer frente a la vida en un mundo más caluroso.

La doctora Morrison es experta en fisiología humana adaptativa e integradora en entornos extremos y tiene más de 20 años de experiencia en la investigación del rendimiento deportivo y la fisiología del ejercicio, especialmente en entornos calurosos.

Sus valoraciones se basan en una revisión exhaustiva de más de 150 estudios médicos y científicos sobre cómo los niños mantienen la actividad física, hacen ejercicio, se enfrentan al calor y cómo esto podría cambiar a medida que aumenta la temperatura global.

Entre las investigaciones que destaca se encuentra un estudio sobre 457 niños de 5 a 12 años de edad de la escuela primaria en Tailandia, que descubrió que los jóvenes con sobrepeso tenían más del doble de probabilidades de tener dificultades para regular su temperatura corporal que los de peso normal cuando hacían ejercicio al aire libre.

En otro estudio, los datos de los servicios de urgencias de los hospitales infantiles de Estados Unidosrevelaron que la asistencia era mayor durante los días más calurosos. Los niños más pequeños eran especialmente propensos a necesitar atención de urgencia.

La investigación también ha descubierto que la aptitud aeróbica de los niños es un 30% inferior a la de sus padres a la misma edad, lo que constituye un rápido descenso de la actividad física infantil en todo el mundo, especialmente en los últimos 30 años.

Además, ha comprobado que la mayoría de los niños no cumplen la directriz de la Organización Mundial de la Salud de realizar una media de al menos 60 minutos de actividad física al día, y la inactividad física se aceleró, especialmente en Europa, durante la pandemia de Covid-19 cuando se cerraron las escuelas y otras infraestructuras sociales.

"El aumento de las temperaturas podría restringir aún más la actividad física cuando los padres de los niños perciben que las temperaturas al aire libre son demasiado calurosas para jugar, lo que hace más incómodo para los niños no entrenados o no aptos para cumplir con los niveles mínimos de actividad física para mantenerse saludables, alerta Morrison, que también es el fundadora de Active Healthy Kids Slovenia.

Se prevé que el aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones climáticos también provoquen brotes de nuevas enfermedades en la población humana. Si se imponen más restricciones de movimiento para contener las nuevas enfermedades, esto tendrá consecuencias potencialmente devastadoras para el estado físico y la salud mental y física de los niños.

La doctora Morrison también señala que, en lo que respecta a la termorregulación los niños pequeños no son adultos más pequeños sino que cuando se exponen al calor sudan menos que los adultos, pierden el calor aumentando el flujo sanguíneo hacia su piel, un proceso que puede requerir que el corazón trabaje relativamente más.

A pesar de estas diferencias, la mayor parte de la investigación sobre cómo se adapta el cuerpo a las temperaturas más altas se ha llevado a cabo en adultos. La escasa investigación mecánica realizada en niños se ha llevado a cabo en su mayoría hace 15-30 años, cuando los niveles de aptitud física de los niños eran mucho más altos que los actuales.

La doctora Morrison concluye que "los adultos en mejor forma física son más capaces de tolerar temperaturas más altas, debido a una combinación de factores fisiológicos, conductuales y psicológicos".

"Sin embargo, a medida que el mundo se calienta, los niños son los que menos en forma están --añade--. Es imprescindible animar a los niños a que realicen actividades físicas diarias para aumentar y mantener su forma física, de modo que disfruten moviendo su cuerpo y no lo sientan como un trabajo o una tarea".

Las actividades pueden consistir en una combinación de juegos estructurados, como el fútbol, el baloncesto y el béisbol, y en juegos activos con amigos y familiares, preferiblemente al aire libre.

Las clases de educación física impartidas por los profesores de educación física son la mejor manera, y la más rentable, de aumentar los niveles de forma física y preparar a los niños para que sigan haciendo ejercicio durante toda su vida. Las familias también tienen un papel que desempeñar, especialmente si las escuelas ofrecen poca educación física.

Morrison recomienda: "Haz lo que te gusta hacer, ya sea un paseo en bicicleta o en patines en familia, un paseo por el bosque o pasear al perro. Asegúrate de que la actividad eleva el ritmo cardíaco, el entusiasmo y la energía positiva de todos y, lo que es más importante, intente no evitar por completo el calor, sino elegir momentos del día menos calurosos (mañanas/tardes) para mantenerse activo, ya que necesitamos mantenernos en movimiento en este nuevo mundo que se calienta".

Como parte del trabajo en curso de la doctora Morrison, está tratando de determinar el grado de actividad física de niños y adultos durante las olas de calor, y el calor, la incomodidad o la sed que sienten al realizar estas actividades.

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