MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las personas que ganan o pierden peso poco después de ser diagnosticadas con la enfermedad de Parkinson pueden ser más propensas a tener cambios en sus habilidades de pensamiento que las personas que mantienen su peso, según un estudio publicado en la edición en línea de 'Neurology', la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología.
"La pérdida de peso temprana es un síntoma común en las personas con la enfermedad de Parkinson --señala el autor del estudio, el doctor Jin-Sun Jun, del Hospital del Sagrado Corazón de Kangnam en Seúl (Corea del Sur)--. Podría servir como una señal de que las personas están en riesgo de deterioro cognitivo".
En el estudio participaron 358 personas a las que se les había diagnosticado recientemente la enfermedad de Parkinson y que aún no habían empezado a tomar medicamentos. Tenían una edad media de 61 años y habían sido diagnosticados una media de dos años antes. Fueron comparados con 174 personas que no tenían la enfermedad.
El aumento o la pérdida de peso se definió como un cambio de más del 3% del peso corporal durante el primer año del estudio. El mantenimiento del peso se definió como ningún cambio o un cambio de no más del 3%. Un total de 98 personas tuvieron pérdida de peso, 59 tuvieron aumento de peso y 201 mantuvieron su peso.
Los participantes se sometieron a pruebas de habilidades de pensamiento al principio del estudio y luego cada año hasta los ocho años. También se sometieron a pruebas para detectar otros síntomas no motrices que pueden presentarse en personas con la enfermedad de Parkinson, como la depresión, la ansiedad y los trastornos del sueño.
Las personas con Parkinson que perdieron peso tuvieron un declive más rápido en sus puntuaciones generales de pensamiento en comparación con aquellos con Parkinson que mantuvieron su peso.
Ambos grupos comenzaron con puntuaciones medias de 27 en la prueba. Las puntuaciones de los que perdieron peso disminuyeron 0,19 puntos más rápido por año que las de los que mantuvieron su peso. Las habilidades de pensamiento con los descensos más pronunciados estaban relacionadas con las habilidades de fluidez verbal, que son una medida de la función ejecutiva.
Por el contrario, las personas con Parkinson que aumentaron de peso tuvieron un declive más lento en sus puntuaciones en una prueba de velocidad de procesamiento en comparación con los que mantuvieron su peso.
No hubo asociación entre el cambio de peso y cualquier otro síntoma no motor y en las personas que no tenían la enfermedad de Parkinson, no hubo relación entre los cambios de peso y las puntuaciones en las pruebas de habilidades de pensamiento.
"Estos hallazgos resaltan la importancia potencial del control de peso en las primeras etapas de la enfermedad de Parkinson --subraya Jun--. Se necesitan más estudios para determinar si tomar medidas para prevenir la pérdida de peso podría ralentizar el deterioro cognitivo en personas con Parkinson".
Los investigadores precisan que el estudio no prueba que el cambio de peso cause cambios en las habilidades de pensamiento, sino que sólo muestra una asociación.