MADRID 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio multicéntrico nacional, realizado por profesionales, en su mayoría, de GeSIDA, diseñado para describir la evolución de la epidemia de VIH en España durante los últimos 20 años (2004-2023) ha constatado que el cáncer no vinculado a sidarepresenta hoy día la principal causa de muerte entre las personas con VIH, constituyendo el motivo de casi el 30% de los decesos que se producen entre personas que viven con el virus.
Así destacan que hace 20 años (periodo 2004-2008) los tumores no definitorios de SIDA constituían el 11% de las causas de muerte en las personas con VIH. En aquel entonces, la principal causa de muerte (42%) eran las complicaciones (o eventos) relacionadas con el VIH. En la actualidad, ese porcentaje ha caído al 17%, fruto de la mejora de los tratamientos antirretrovirales -los específicos para el control del VIH- y de la mayor esperanza de vida de las personas que viven con el virus.
Significativo también ha sido el descenso de fallecimientos por enfermedades hepáticas. Si hace dos décadas constituían un 11% de las causas de muerte, actualmente representan un 4%. Esto se debe también a un hecho significativo sucedido en la última década, como ha sido la llegada de los antivirales de acción directa para tratar y eliminar la hepatitis C. Desde el descubrimiento del VIH, hace más de 40 años, la hepatitis C ha sido otra infección muy presente entre las personas con el VIH. El uso generalizado de antivirales de acción directa frente al VHC ha favorecido la práctica eliminación de la coinfección por VHC en personas con VIH en España.
Es también destacable el hecho de que las muertes por enfermedad cardiovascular casi se han cuadriplicado en estas dos décadas, suponiendo en 2004-2008 el 2% de las causas de fallecimiento, mientras que en el periodo 2019-2023 ya representaron un 7%.
Para la realización de este estudio se utilizaron datos de la cohorte CoRIS (Cohorte de la Red de Investigación en sida) para calcular la evolución anual de la distribución de las características sociodemográficas y clínicas, y el uso de terapia antirretroviral (TAR) y regímenes prescritos tanto entre personas incluidas en la cohorte sin tratamiento previo como entre aquellos en seguimiento activo.
También se calcularon las tasas de mortalidad por 1.000 personas y la distribución de las causas de muerte por período calendario (2004-08, 2009-2013, 2014-2018 y 2019-2023). A 30 de noviembre de 2023, la cohorte CoRIS había incluido a 20.336 personas de 48 centros, con una mediana de seguimiento de 6,1 años. En comparación con 2004, las personas reclutadas en 2023 fueron con mayor frecuencia hombres (88,2 frente a 77,0%), nacidos fuera de España (59,3 frente a 36,9%), principalmente en Latinoamérica (47,6 frente 14,7%), y adquirieron el VIH a través de relaciones sexuales entre hombres (69,2 frente 40,0%).
La proporción de personas con inmunodeficiencia definida por una cifra de linfocitos T CD4 <350 células/uL o con diagnóstico de SIDA al inicio del seguimiento disminuyó ligeramente del 50,9% en 2004 al 45,6% en 2023. Durante el seguimiento, el 88% de las personas habían comenzado a tomar TAR. En 2004, el 8,9% de los participantes tenían 50 años o más. Esta proporción fue del 34,4% en 2023. La proporción de participantes en TAR aumentó del 44,6% en 2004 al 97,9% en 2023.
De manera similar, la proporción con carga viral por debajo de 50 copias/ml -lo que se conoce como carga viral indetectable- aumentó del 22,3% al 90,4%. La tasa de mortalidad disminuyó de una proporción de 16,7 por 1.000 personas/año en el periodo 2004-2008 a 5,5 por 1000 personas/ año en 2019-2023. En la realización de este estudio han participado profesionales -socios, en su mayoría, de GeSIDA- que desempeñan su labor en 48 centros de 14 comunidades autónomas, y que actualmente forman parte de CoRIS y de la Unidad de Coordinación de CoRIS, que se encuentra en el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III.