MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
Cada año se diagnostican en España unos 6.300 nuevos casos de cáncer de páncreas pero es el único de los tumores malignos cuya mortalidad ha aumentado en los últimos años, con una supervivencia de apenas un 5 por ciento después de 5 años, lo que hará que en 2020 se convierta en el segundo con más muertes, sólo por detrás del de pulmón.
"No damos con su talón de Aquiles y necesitamos investigar más", según ha denunciado el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Alfredo Carrato, durante el acto de presentación de la primera asociación española de pacientes con cáncer de páncreas, Acanpan, con el objetivo de "romper el silencio" sobre esta enfermedad y conseguir más inversión para la investigación." Para que la enfermedad deje de ser una sentencia y se convierta en una batalla por la vida", ha añadido su presidenta, Carmen Delgado.
El problema de estos tumores es su agresividad, dado que en el 90 por ciento de los pacientes operados se reproduce de nuevo, y que es "difícil de diagnosticar", según ha reconocido Carrato, ya que en el 80 por ciento de los casos se descubre cuando ya está en fases avanzadas y no se puede operar.
Esto hace que, tras su diagnóstico, la supervivencia media de los pacientes sea de unos 6 meses y apenas uno de cada cuatro supere el año de vida. "Es como si estuviésemos en los años 80 en cáncer de mama, colorrectal o pulmón", ha lamentado este oncólogo.
Además, aunque las causas son de origen genético, también está relacionado con factores ambientales como el consumo de tabaco o alcohol, lo que favorece que estén aumentando los diagnósticos y se prevean superar los 9.000 casos anuales en los próximos 5 años, sin que se estén mejorando las expectativas de vida de estos pacientes.
20 AÑOS SIN AVANCES
"En 20 años no se ha progresado en el diagnóstico ni en su tratamiento", ha denunciado Carrato, que lamenta que apenas se han realizado ensayos clínicos con 33 medicamentos experimentales de los que sólo se han aprobado tres, que constituyen un "armamento muy escaso" para combatirlo.
Esta falta de alternativas terapéuticas la atribuye a una falta de inversión con respecto a otros tumores, en los que si se han producido avances significativos. De hecho, en Reino Unido se destinan 42 millones de libras a la investigación al cáncer de mama y apenas 5 millones al cáncer de páncreas. "Y hay que darle la vuelta a la tortilla", ha defendido.
Este oncólogo atribuye esta falta de interés científico a que se trataba de un tumor con menos incidencia y al "recorrido tan corto" que tienen estos pacientes, pero considera que se trata de una "amenaza" que se puede combatir "si contamos con medios y nos ponemos a trabajar".
EL DIAGNÓSTICO ES "MEJORABLE", PORQUE LLEGA TARDE
Entre los objetivos para conseguir mejores tasas de supervivencia está la necesidad de adelantar el diagnóstico, que a su juicio es "mejorable". "Si somos capaces de identificarlo, nos llevará a diagnosticar antes a los pacientes y tendrán más oportunidades para curarse", ha defendido Carrato.
Desde que se desarrolla el tumor hasta que se diagnostica suelen pasar 10 años en los que pasa inadvertido, lo que hace que actualmente un 25 por ciento de los afectados esté sin diagnosticar.
Sin embargo, hay una serie de alteraciones en el páncreas que pueden ser detectadas antes de que aparezcan los síntomas y, para ello, es necesario "identificar la población de más riesgo" para someterlos a una ecoendoscopia, única prueba para detectar las lesiones en el páncreas a la espera de poder identificar marcadores en sangre que agilicen su diagnóstico.
Por ejemplo, han visto que en algunos casos hay un patrón hereditario, ya que es más frecuente en personas que tienen antecedentes en su familia de este tumor, e incluso de otros como mama, colorrectal, ovario o melanoma.
CONCIENCIAR A LOS MÉDICOS DE ATENCIÓN PRIMARIA
En estos casos, o ante la presencia de síntomas asociados como el dolor abdominal, pérdida de peso o detección de la diabetes, debe ser "motivo suficiente" para "despertar" a los médicos, especialmente a los de Atención Primaria, y barajar la posibilidad de que este tumor esté presente cuando llegue a sus consultas un paciente con estos síntomas.
"En algunos casos nos encontramos con una actitud nihilista con este tumor. A veces se diagnostica pero si el paciente tiene 70 años y el tumor está avanzado se le recomienda que se vaya a casa y no se pone en manos de un oncólogo", ha criticado.
De hecho, entre las reivindicaciones de la asociación está la creación de un protocolo de prevención primaria y secundaria y la puesta en marcha de un registro de tumores y un banco de muestras, para conocer en profundidad su biología para diseñar nuevos fármacos y estrategias más eficaces.
"Pedimos a la bendita ciencia que acelere sus progresos", ha defendido la presidenta de la asociación, Carmen Delgado, que alerta de que es una "urgencia sanitaria" que necesita más apoyo de investigación y autoridades sanitarias.
En la presentación también ha estado presente el presidente del Partido Socialista de Madrid (PSM), Pedro Zerolo, al que se le diagnosticó este tumor hace casi dos años, que ha celebrado la necesidad de dar visibilidad a esta enfermedad. "Yo he salido de muchos armarios y también hay que salir del de la enfermedad. Lo que no es visible no existe", ha denunciado.